Aunque sólo sea por poner en evidencia la incoherencia o la pura contradicción, hace ya algún tiempo que querÃa traer aquà este tÃtulo: nos sumergiremos en una de esas pelÃculas ‘menores’ de Fritz Lang, la titulada ‘Gardenia Azul’, en la que, hay al menos tres o cuatro momentos incomparables, incluso con él mismo. Sin duda, la secuencia estelar es en la que aparece un jovencÃsimo Nat King Cole interpretando la canción que le da tÃtulo a la pelÃcula en un garito también llamado Gardenia Azul. Tal y como ha rodado Lang ese momento, con un precioso plano frontal aliñado con el propio contraplano producido por un espejo estratégicamente colocado, se nos permite ver a Nat King Cole cantando su ‘blu gardinia’ y verlo al tiempo teclear con un traje blanco, pero blanco, blanco. Y mientras Nat King Cole te hipnotiza, Raymond Burr hipnotiza a Anne Baxter en una secuencia con mecha encendida que terminará en explosión. Un par de años después de que Anne Baxter cruzara su sable con Bette Davis en ‘Eva al desnudo’… La pelÃcula (y es obvio subrayarlo) tiene un clima especial; en realidad, climas. La primera escena, de calle, con frescor de los años cincuenta…; escenas de interior, negrÃsimas, puro años treinta; aire sesentón (a pesar de la imposibilidad, pues la pelÃcula es del 53, creo) en el ambiente iluminado del local… La intriga, que es lo de menos, es lo de menos y se ve influida por el asunto ‘coctelerÃa’: no es del todo una pelÃcula de la serie negra, sino un combinado con el cine romántico y el drama psicológico. El caso es que nada más verla uno puede decir: ¡vaya con la policÃa!…, o ¡vaya con la prensa!…, o ¡vaya con la telefónica!…, ¡o vaya con la violencia ‘de género’!. O sea, que la actualidad persigue a ‘La gardenia azul’ de Fritz Lang, dentro de su filmografÃa una pelÃcula canija, ja, ja. Por cierto: ya en el desenlace, cuando se resuelve la trama, suena un instante musical mientras el asesino (X) golpea mortalmente al asesinado (también X)… Y yo, que no tengo oÃdo, sino oreja, lo identifico con el tramo final de una pelÃcula de Buñuel, ‘Abismos de pasión’, basada en las ‘Cumbres borrascosas’ de Bronte. Seguro que alguien sabe explicar ese momento musical de pasión enloquecida con más datos que yo.
El amigo Fritz