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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

El máster regalado del antimadridismo: El Barcelona no robó al PSG, el Madrid atracó a la Juventus

Tomás González-Martín el

La envidia contra el Real Madrid es mundial, compite al mismo nivel que el madridismo que domina también el planeta partido en dos: blancos y antimadridistas. El equipo mítico gana doce Champions, aspira a la decimotercera y el odio se traduce en todos los sitios con críticas al penalti, que lo fue, porque no soportan que el Real Madrid luche por la Decimotercera. Eso quiere decir que el Real Madrid va bien.

Hasta Arturo Vidal lamentaba desde el estadio del Bayern, en el partido contra el Sevilla, el penalti cometido por Benatia a Lucas. La distinta vara de medir para el Real Madrid es evidente. Todos recordamos lo que sucedió el año pasado cuando el Barcelona atracó al PSG en el Camp Nou con un árbitro, Aytekin, que llevaba la camiseta azulgrana puesta debajo de su vestimenta arbitral.

Aquel colegiado no solo no pitó dos penaltis a favor del conjunto francés sino que regaló dos goles al Barcelona hasta permitir que el equipo azulgrana obtuviera los seis tantos que necesitaba. Entonces la prensa, especialmente a la catalana, que ejerce el nacionalismo de pensamiento único, no criticó el arbitraje. Solo dijo que el Barcelona realizó un partido sensacional. Ahora, el Real Madrid supera a la Juventus con un penalti que lo ha sido y desde Barcelona y desde todos los sitios del antimadridismo se dice que al Real Madrid le han regalado la clasificación para la semifinales.

Es alucinante. El Real Madrid venció 0-3 en Turín a la Juventus, que igualó la eliminatoria en Madrid, 3-3, pero los blancos no estaban eliminados y se quiere dar la imagen de que estaba como el Barcelona, noqueado, y no era cierto. Las espadas estaban alto y el Real Madrid dominaba el partido. Por eso se jugaba siempre en el área italiana. Por eso llegó el penalti. Era imposible que se produjera en el área madridista, porque la Juventus se encerró desde el 0-3, desde la hora de partido. La última media hora se disputó en el campo juventino. ¡Como cambia el criterio! Eso no se analiza. No interesa al antimadridismo latente. Los blancos tendrían en todo caso media hora de prórroga para clasificarse. Y lo hicieron antes, con un penalti claro, como ha dicho el juventino Del Piero para contestar a su colega Buffon.

El dominio del Real Madri era aplastante y el penalti, que lo es, ha significado que sea tratado como un robo. La distinta manera de ver las cosas delata el antimadridismo latente. Esa envidia, que en realidad es admiración, como decía Bernabéu. Todos son del Real Madrid pero algunos todavía no se han dado cuenta, subrayaba Bernabéu en 1970. Y por eso le odian, porque aún no se han dado cuenta.

Al final el Real Madrid está en semifinales, sigue vivo y eso es lo que importa. Cabalgamos Sancho. Lo dijo Don Quijote. Un madridista que aún no se había dado cuenta de que lo era porque el club y el fútbol no habían nacido todavía.

Por cierto, el antimadridismo reinante y el barcelonismo independentista de pensamiento único financiado por la Generalitat tampoco destacan la supremacía mental de Cristiano para decidir una eliminatoria bajo esa presión, al lanzar el penalti con la seguridad que le define.

Me gustaría haberles visto retratarse en esa jugada a muchos futbolistas. Eso también marca la diferencia entre Cristiano y el Real Madrid frente al resto. Por eso a Cristiano también le envidian, como al Real Madrid. Pero como decía Bernabéu muchos aún no se han dado cuenta que son de Cristiano. Le odian porque admiran su seguridad descarada, lejana del conplejo general de los vulgares.

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