Mourinho pensó en el fichaje de un portero nada más confirmar que la lesión de Casillas era importante. Finalizado el partido de Copa en Mestalla, conseguida la clasificación para semifinales, el entrenador puso al club a trabajar en la búsqueda de un guardameta. En principio se valoró una cesión. Pero el técnico, sus ayudantes y José Ángel Sánchez trabajaron con altas miras. ¿Si en junio había que encontrar un cancerbero de nivel para cubrir la baja de Adán, por qué no hacerlo ahora? ¿Si Mourinho pedía para el verano un portero que compitiera con Íker, por qué no contratarlo ahora?
El Real Madrid trabajó a destajo durante tres días para consultar, estudiar y proponer una adquisición de garantías. Miró en Inglaterra y en España. Y entonces surgió la oportunidad ideal: Diego López. El hombre que se marchó del Madrid porque Casillas le dejaba sin sitio era una adquisición factible. Militó en el conjunto blanco con Capello, quien estuvo a punto de darle la titularidad. Al final no la consiguió. Diego quiso volar para evolucionar. Triunfó en el Villarreal que enamoró a España y al mundo. Fue internacional con la selección española. El hundimiento del submarino a Segunda le obligó a marcharse hace siete meses. Firmó por el Sevilla. Comenzó de titular, pero la mala fase sufrida por el equipo hispalense durante medio año también le afectó a él. Perdió el puesto a manos de Palop. La ocasión de volver al Madrid era perfecta. El Sevilla no admitió cesión. Quería dinero. Y Mourinho apostó por la operación. Es el guardameta que cumple los requisitos para apretar las clavijas a Íker. Está curtido y ha demostrado su nivel. Es el hombre que el Madrid necesita para el futuro, porque Adán se va en cuatro meses. Hay que ficharle como sea. En una actuación rápida, el Madrid ha pagadó 3,5 millones por su transferencia. Y Diego López será blanco hasta 2017. La extensión de su contrato expresa la confianza que el club y Mourinho tienen depositada en él. Es el mejor cancerbero que podían fichar. Conoce la Liga española, conoce el Real Madrid y está hecho.
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