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Oberndorf: la fábrica de armas de fuego del II y III Reich

Oberndorf: la fábrica de armas de fuego del II y III Reich
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Esteban Villarejo el

Nos apeamos en la estación de ferrocarril de Oberndorf am Neckar. Un pueblo de 14.000 habitantes, coqueto, del sur de Alemania, en plena Selva Negra y rodeado de frondosas colinas. Casas, coloreadas en tono pastel, con tejados puntiagudos. El tren del sigilo prosigue rumbo a Stuttgart, capital del länder en el que nos encontramos: Baden-Wurtemberg, una de las regiones más ricas del mundo (paro en torno al 5 por ciento… y si llega), junto a su vecina Baviera. Nos apeamos en la feliz arcadia de Europa. Bucólico ideal romanticista: lo de «am Neckar» es por el río.

Las firmas de automoción Mercedes-Benz, Porsche o DaimlerChrysler, la multinacional del software SAP, la casa de moda Hugo Boss o la industria del «ingenia-todo» Bosch son marca de länder en Baden-Wurtemberg. Pero en Oberndorf (sin Noche de Paz), hay que sumar otra industria más: la del armamento.

 

Vista de Oberndorf desde el puente / E.V.

 

Aquí tiene su sede la fábrica de armas de fuego Heckler&Koch (que hemos visitado), la más grande de Europa que diseñó el fusil de asalto del Ejército (HK G36); aquí tiene factoría también el mayor fabricante de la industria militar de Alemania, Rheinmetall, factoría especializada en producir cañones. Y hablando de Alemania –tercer exportador mundial en este sector superado solo por EE.UU. y Rusia, según el SIPRI-, es decir también mucho.

Fue en Oberndorf (sin Noche de Paz) donde tuvo uno de sus graneros de armas la turbulenta Historia germana del II y III Reich. Fue aquí donde se constituyó en 1872 la fábrica alemana de armas Mauser-Werke (aún existe para armas de caza), de la cual, tras el derrumbe de la II Guerra Mundial surgió Heckler&Koch. Hay que recordar que Mauser-Werke también abasteció al Ejército español en el siglo XIX para que los infantes españoles fueran bien pertrechados a las guerras de Filipinas o Cuba, por ejemplo.

Tres de sus ingenieros decidieron fundar una nueva compañía que en principio iba a fabricar componentes para bicicletas -Edmund Heckler, Theodor Koch y Alex Seidel-; más tarde se dedicaron a lo que mejor sabían hacer: armas. «Aquí fabricamos todo tipo de máquinas, y nos hemos especializado en armas», nos explica el relaciones públicas de la fábrica HK a nuestra llegada…

 

Factorías de Mauser-Werke en la década de los 30

 

…A nuestra llegada, nos apeamos en la estación de ferrocarril, donde antes se encontraban las majestuosas cinco chimeneas de Mauser-Werke. Nos dirigimos al Museo de Armas de Oberndorf am Neckar. No confundan, como sugiere alguna Wikipedia, con su ciudad hermana en Austria. La otra Oberndorf, donde, esta vez sí, se interpretó por primera vez la navideña «Noche de paz, noche de amor» («Stille Nacht, heilige Nacht»).

En la segunda planta de un edificio, donde también se enseña Música en la primera a blondos adolescentes, encontramos el pequeño museo dedicado a la fabricación de armas por estos lares. «Museo de armas. Una historia técnica con prestigio mundial», cuenta el folleto acreditativo del Ayuntamiento «oberndorfiano».

Primera lección: ¿Cómo surge tal tradición manufacturera militar? Todo empezó con la ocurrencia del rey Federico I de Wurtemberg (1754-1816)  quien decidió trasladar la Real Fábrica de Armas de la villa de Christophstal a la citada Oberndorf am Neckar. «Siguiendo un decreto de secularización, el inmenso claustro del monasterio agustino se convirtió en el nuevo hogar de la factoría de armas». Época de guerras napoleónicas.

 

Plano de una de las invenciones de Mauser, en el museo de armas de Oberndorf / E. V.

 

Fue este el embrión y aprendizaje que posteriormente sirvió a los hermanos Wilhelm y Paul Mauser para fundar su fábrica de armas. Año 1872, el Imperio alemán acababa de forjarse. Y todo estaba por hacer… y batallar. Guillermo I es káiser. Y Oberndorf am Neckar la ciudad que abastecería reglamentariamente a la infantería de su Ejército.

Nos adentramos en el museo. Todo un particular viaje por el siglo XX europeo con la I Guerra Mundial, ascenso de Adolf Hitler y su nazi Reich y la II Guerra Mundial como momentos que guiarán el devenir productivo de las factorías Mauser-Werke. Nos llaman la atención armas exhibidas como el primer fusil antitanque del mundo, el Mauser 1918 «T Gewehr» (usado en la Primera Guerra Mundial).

También hallamos la pistola Mauser C96 que Sir Winston Churchill usó en la guerra de Sudán en 1898, el cañón automático MG 151/20 utilizado en aviones de la Luftwaffe durante la Segunda Guerra Mundial o uno de los automóviles que Mauser fabricó tras la prohibición armamentística impuesta a Alemania tras el Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial, coches que no triunfaron del todo, hay que decir (no importa, aquí se fabrica lo que sea).

 

Modelos de pistolas Mauser fabricadas en Oberndorf / E. V.

 

El auto Mauser… que se arrancaba a manivelazo limpio / E. V.

 

Pero claro está, nuestra española atención se fija en el Mauser con el que se abasteció al Ejército español a finales del siglo XIX, época turbulenta también para España. Es el Modelo 93, el Mauser calibre 7×57 mm. En la misma vitrina otros fusiles exportados a Serbia, el imperio Otomano, Suecia o Portugal.

Datos técnicos del fusil Mauser Modelo 1893 del Ejército español: «Rifle de repetición con un cargador de 5 balas “sin humo” (no producían humo o éste era muy escaso, por lo que era muy difícil detectar de donde venían los disparos). El cargador queda dentro del rifle. El Mauser 93, el mejor fusil de los utilizados en la Guerra Hispano Americana, fue la inspiración para el rifle americano Springfield M1903. El Mauser 93 era utilizado por las tropas de primera línea o regulares», explica el teniente coronel Barceló Rubí en su libro «Armamento portátil español 1764-1939».

«En principio fue declarado reglamentario por R.D. de 30 de noviembre de 1892 con la denominación de Fusil Mauser español modelo 1892. Al año siguiente, “apurados todos los medios de perfeccionamiento y llegado el momento de la aceptación definitiva, con las modificaciones propuestas por la casa constructora”, !a R.O. de 7 de diciembre lo declaró de nuevo reglamentario con el nombre de Fusil Mauser español modelo 1893.

[…] Esta última disposición puso punto final a un largo período de ensayos y pruebas iniciados casi nueve años antes con objeto de dotar al ejército español de un arma de repetición. Y ciertamente, si juzgamos los resultados, no fueron vanos los esfuerzos ni inútil el tiempo invertido: la calidad, dureza y sencillez de este fusil acompañaron a la infantería española durante cerca de sesenta años, participando en las últimas contiendas coloniales de Cuba, Filipinas y Puerto Rico, las campañas de Africa y la guerra civil de 1936», leemos de la misma fuente.

 

El Mauser Modelo 1893 del Ejército español, segundo por debajo / E. V.

 

Llegamos al fin de la II Guerra Mundial. Y con el hundimiento del delirio hitleriano, Oberndorf y su fábrica Mauser-Werke se reduce a escombros. Es entonces, ya en 1949, cuando tres ingenieros deciden crear en una de las cuevas de la montaña una suerte de taller que en principio debería dedicarse a la fabricación de piezas de bicicletas. Finalmente, y superado el trauma de la II Guerra Mundial y con la Guerra Fría a la vista, Heckler & Koch continuará con la tradición de la manufactura de armas de fuego en Oberndorf, abastenciendo en la actualidad a 60 clientes militares y 200 de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En España la Ertzaintza, la Guardia Civil o Policía Nacional son clientes.

Las primeras 10.000 unidades de  fusiles HK G36 del Ejército español fueron fabricadas en esta ciudad -origen de su diseño y patente-, el resto hasta unas 77.000 unidades en la fábrica de Santa Bárbara en La Coruña, hoy devuelta al Ministerio de Defensa tras la falta de pedidos.

La fama de los fusiles G36 de HK -comparados incluso por el crítico de la industria armamentística e investigador del Sipri Pieter Wezeman con la alta calidad de las cámaras fotográficas Leica (ver artículo de The Economist «No farewell to arms», 11 de enero de 2014) vino precedida por el éxito del fusil G3 -fusil del Ejército alemán hasta 1997-, que rivalizó en los mercados de la Guerra Fría con el AK-47 kalashnikov.

 

Imágenes de la demolición de la fábrica Mauser-Werke tras la II Guerra Mundial, del museo de la ciudad situado al lado del de armas / E. V.

 

El fusil G3 se popularizó durante la Revolución iraní, pues HK tenía licencia de fabricación en ese país bajo el Gobierno del Sha. Tras el triunfo de Jomeini los G3 salieron en masa a servir a los ayatolás. Otra de sus armas -el subfusil automático MP5- saltó a la fama cuando fue empleado por las fuerzas especiales británicas SAS durante el asalto a la embajada iraní en Londres (Operación Nimrod, 30 de abril-5 de mayo de 1980).

También se dice, aunque sin confirmar, que un arma de HK pudo ser utilizada por los SEAL para matar a Osama bin Laden durante la denominada Operación Gerónimo. Algo que no nos desmienten ni confirman desde el departamento de marketing en nuestra visita a la fábrica de HK, que tiene en la belga FN Herstal a su mayor competidor en Europa.

Abandonamos el museo de armas de Oberndorf am Neckar. Al lado, se encuentra el museo de la localidad. En él, además de mascaradas propias de Carnaval, encontramos la historia viva del siglo XX. Difícil tiempo. En un estante se observa la fotografía y efectos de época de algunos de los soldados de la Wehrmacht que participaron en la II Guerra Mundial. Memoria viva de una ciudad en un museo.

Abandonamos el museo de armas de este pueblo del sur alemán (envidiado por tantas y claras cosas). Estamos en una arcadia europea feliz. Uno de los motores económicos de la Vieja Europa. Ya saben: Mercedes-Benz, Hugo Boss, Porsche, SAP… También fabrican armas. Y yo solo puedo pensar: ¡Qué incorrección política un museo de este tipo allá en España!.

PD- Mañana, la nueva historia en este blog será sobre nuevos modelos de armas que se avecinan y una demostración de fuego, con distintas armas, a la que asistí en la fábrica de HK.

 

Una de las vitrinas del museo municipal de Oberndorf / E. V.

 

El Mauser C96 utilizado por Churchill en la guerra de Sudán / E. V.

 

Uno de los expositores del museo dedicado a Heckler and Koch / E. V.

 

Cañón antiaéreo de 30 mm. empleado en la II Guerra Mundial / E.V.

 

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