Por primera vez en la historia las armadas de Rusia y China realizarán maniobras conjuntas en el mar Báltico tras la llegada este viernes, al puerto de Baltiysk (enclave ruso de Kaliningrado) de una flota china formada por el destructor Hefei, la fragata Yancheng y el buque logístico Luoma Lake.
Los ejercicios ruso-chinos «Joint Sea-2017» están encuadrados en la cooperación marítima de ambos países e incluye una primera fase de acoplamiento en puerto (21-24 de julio) y otra activa en el mar Báltico (25-28 de julio), según informó el portavoz de la flota rusa del Báltico, Roman Martov, a la agencia de noticias rusa Tass.
Según las mismas fuentes oficiales, las maniobras se centrarán en recrear escenarios de guerra antisubmarina, antisabotaje, antiaérea y antibuques.
Por parte rusa, participarán las corbetas Steregrushchiy y Boiky, helicópteros polivalentes Kamov Ka-27, aviones bombarderos rusos Sukhoi Su-24 y de transporte Antonov An-26, informa la agencia de noticias rusas. Habrá ejercicios de fuego real contra blancos figurados marítimos y aéreos.
VALOR ESTRATÉGICO DEL MAR BÁLTICO
No cabe duda que con este hito Rusia quiere mostrar poderío naval en el Báltico con una primera maniobra con la Armada china en este mar clave para su salida marítima.
Aunque el mar Negro ha ganado peso en los últimos años por la crisis de Crimea y el interés ruso en Siria -con la base naval de Tartus-, sobre esta salida a través de la base de Sevastopol (Crimea) siempre pendió históricamente la amenaza de que Turquía (país miembro de la OTAN) pudiera cerrar la salida al Mediterráneo por los estrechos del Bósforo y el Dardanelos en caso de un conflicto.
Asimismo el desarrollo de su salida al Pacífico no tiene tanto peso comercial como la del Báltico; y por el mar de Barents, con la base de Murmansk, persisten los problemas de aguas congeladas. Es por tanto el Báltico, con la base de San Petersburgo, de vital importancia para los intereses marítimos de Rusia…
…Pero no sólo para Moscú: asimismo el Báltico es estratégico para otros siete países todos ellos de la UE -Estonia, Letonia, Lituania, Suecia, Finlandia, Alemania, Polonia y Dinamarca- y en menor medida para Noruega (país de la OTAN). Es por tanto uno de los grandes escenarios de la tensión militar que reviven la OTAN y Rusia desde la guerra de Ucrania.
El mar del Báltico es importante asimismo desde el punto de vista energético para la UE: el gasoducto North Stream pasa por el Báltico uniendo Vyborg (Rusia) con Lubmin (cerca de Greifswald, en Alemania), también está proyectado el North Stream 2 entre Ust-Luga (Rusia) y Greifswald.
Otro dato: los estrechos daneses de Kattegat y Skagerrak están considerados entre los diez pasos más importantes de petroleros con el tránsito de 3 millones de barriles de petróleo diarios, siendo el 40 % procedente de Rusia.
Y ahora, encima, China en su despliegue naval internacional, atraída por los intereses rusos, se deja querer y participar por primera vez en unos ejercicios navales considerados por Moscú como «una gran novedad en la colaboración militar ruso-china».
A ello hay que sumar que el Báltico es escenario habitual de despliegue de dos de los cuatro grupo marítimos permanente de la OTAN. El SNMG-1 (ahora formado por una fragata noruega) y el de contraminas SNMCMG-1 (ahora con un buque letón).
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