Esta semana me encuentro en París, asistiendo a Eurosatory, el mayor encuentro de la industria de Defensa del mundo en su ámbito terrestre y aeroterrestre. Se celebra cada dos años en el Parc de Exhibitions, junto al aeropuerto Charles de Gaulle.
Vaya por delante que vengo por mi propia cuenta -sin ningún tipo de invitación (más allá de la acreditación propia de la organización)- y con el interés de comprender hacia dónde se dirige el sector. Mi primera parada, más allá de una fugaz visita al pabellón de España que abordaremos más adelante, es en el expositor de General Dynamics European Land Systems (GDELS) donde se exhibe el Piraña 5.
Este vehículo es la base del futuro vehículo blindado 8×8 del Ejército de Tierra cuyos programas tecnológicos se aprobaron el pasado año por 89 millones de euros. El objetivo es que antes de 2018 el Ejército de Tierra pueda contar con cinco mostradores tecnológicos (prototipos) y así evaluar una posterior adquisición de un vehículo llamado a sustituir a los actuales BMR-600 (6×6).
En este proyecto están involucrados principalmente la propia GDELS, a través de su filial española Santa Bárbara Sistemas, y otras dos empresas españolas: Indra y Sapa. La primera se encarga de los sistemas a bordo, comunicaciones, digitalización, sistemas de visión 360 grados, etc. La segunda desarrollará el grupo motopropulsor (motor y transmisión).
En Eurosatory se exhibe el 8×8 pero con una característica especial. Está pintado la mitad como si fuera destinado al Ejército español, mientras que la otra pertenece al Ejército danés, último cliente del Piraña 5 tras adquirir ya (este sí, directamente) 309 unidades pudiendo incrementarse hasta las 450. Dinamarca recibirá sus primeras unidades entre 2018 y 2023 y el lugar de su fabricación es aún una incógnita aunque su montaje y mantenimiento será en suelo danés, según fuentes de la propia GDELS.
¿Cuál es la situación del programa 8×8? Fuentes conocedoras del mismo nos aseguran que «el programa avanza pero aún hay incógnitas que resolver. Sobre todo a finales de 2017 cuando se tenga que decidir su compra definitiva». Se espera que el Ejército de Tierra encargue entre 300 y 400 vehículos para hacer del Piraña 5 la columna vertebral móvil de sus brigadas. Estos 8×8 se fabricarían en las instalaciones de Santa Bárbara Sistemas en Sevilla y Trubia (Asturias).
Respecto al Piraña 5 español aún hay una gran incógnita que resolver: ¿quién será el fabricante de la torre? Según fuentes militares españolas presentes en Eurosatory se barajan cinco opciones:
– si se opta por una torre de control remoto desde el interior hay cuatro posibilidades, todas de fabricantes israelíes: Rafael, Elbit, y mini Samson (estas últimas son las mismas del RG-31 ya disponibles por el Ejército de Tierra).
– si se opta por una torre tripulada, hay una opción italiana: Oto Melara Ibérica (grupo Leonardo), con instalaciones en suelo español (¿favorita por ello? Nos comentan que no necesariamente).
¿Cuál es la importancia del Piraña 5 español?, preguntamos. «Contaremos con un vehículo 8×8 plenamente español y, por ello, con la posibilidad de exportarlo en el futuro sin que tenga que intervenir un tercer país, como ha sucedido con el carro de combate Leopardo, cuya potencial exportación debe pasar por Alemania», nos explican.
Además, las mismas fuentes militares, nos subrayan su «versatilidad, capacidad de despliegue rápido, su protección superior a otros vehículos de la competencia». Puede transportar nueve soldados más el conductor y el mando del vehículo. Con una carga total de hasta 15 toneladas en todas sus variantes: vehículo de pelotón, de control de un batallón, de observador avanzado, de zapadores (pala, protección contra IED…) y de mando y control.
El 8×8 Piraña 5 de GDELS, con la integración de los sistemas de Indra y Sapa, es uno de los principales proyectos de defensa españoles junto a las futuras fragatas F-110 de Navantia o el avión A400M de Airbus en el que participa también el Ejército del Aire y la industria española.
Por cierto, como una de las últimas novedades, GDELS probó el transporte del Piraña 5 en un A400M. Las pruebas permitieron su satisfactorio transporte y además 29 efectivos.
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