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Indiba, un clásico que no falla

Indiba, un clásico que no falla
Teresa de la Cierva el

Casi todos habréis oído hablar alguna vez de Indiba, y muchos lo habréis probado. Y es que esta máquina es el equivalente a la “little black dress” en un closet:  un clásico que no falla. Este aparato de radiofrecuencia, que tiene los mismos años que yo de profesión (31), es lo que podríamos llamar el “fondo de armario” de la belleza.

Y ya es difícil que algo prevalezca tantos años en este mundo de la estética, en permanente búsqueda de novedades (lo que mola es lo último, lo más nuevo..). Yo soy la primera ávida de conocer (y publicar) todos los avances del mercado, aunque a mi favor diré que me considero una de los especímenes en extinción, que (normalmente) espera, prueba, escucha… antes de escribir.

Pero al Indiba le pido disculpas. Porque, siendo un best seller (si yo tuviera que elegir una sola máquina en el mercado de la estética, sería esta) le han debido salir varios kilómetros de telarañas esperando a que escribiera un post sobre él.

 

Lo nuestro fue un flechazo de juventud. Cuando todavía era una púber en esto de escribir de belleza (y en todo!) lo probé en Maribel Yébenes, y desde entonces, le he seguido la pista muy de cerca, ya que hay pocas esteticiennes que no tienen, o han tenido, alguno. Reconozco que le he sido infiel con casi todos los equipos del mercado, pero eso no significa que no crea que (en lo suyo) es el número 1. Para ser más exacta, el más equilibrado.

Porque hay radiofrecuencias más potentes (y efectivas) pero duelen más y son mucho más caras. Esta es la ideal para las (y los) que les gusta cuidarse regularmente, no para los que quieren un tratamiento de choque (para esas están Accent, Thermage…). Si lo incorporáramos a nuestra rutina de belleza una vez al mes, llegaríamos a los 70 tan estupendas como Tessa de Baviera, a la que he entrevistado recientemente, y tiene el cuerpo y el aspecto que yo quiero tener a su edad!

Y no soy la única fan. Cuando pregunto a alguna esteticienne sobre la máquina que no cambiaría nunca, la respuesta suele ser la misma:  Indiba. Elena Comes, directora de Le Petit Salon, cuenta que en los 8 años que llevan abiertos, sigue siendo un hit para tratar la flacidez y el aspecto de la piel del rostro y el cuerpo. “Los equipos que hemos ido testando a lo largo de estos años no nos han convencido tanto como para sustituirla: ninguno logra resultados tan satisfactorios, con el plus de que sus efectos son visibles desde la primera sesión y van incrementándose con el tiempo. Gusta por igual a las mujeres jóvenes que quieren mejorar el aspecto de su piel o eliminar marcas y cicatrices que a mujeres maduras interesadas en prevenir la flacidez y la aparición de las arrugas. Además, no tiene contraindicaciones ni posibles efectos secundarios como otras aparatologías”.

Se ha convertido también en un must de la medicina y rehabilitación deportiva (se sabe que Rafa Nadal lo ha utilizado para combatir sus lesiones y Contador, para su recuperación tras la caída del Giro de Italia), porque reduce el dolor en lesiones musculares y articulares, y acelera la curación de cicatrices, hematomas, edemas y un larguísimo etcétera de problemas.

 

 

Pero, ¿qué es Indiba exactamente? La palabra es el acrónimo de INvestigación DIvisión BArcelona, una empresa española (ya esto me gusta), fundada en 1983, para fabricar equipos de radiofrecuencia innovadores para electromedicina.

En líneas muy generales, se trata de una radiofrecuencia monopolar (la diferencia con las multipolares requiere otro post!) que combina corrientes térmicas (aumentan el metabolismo de los tejidos, incrementando la síntesis de colágeno y elastina, favoreciendo la lipólisis o reafirmando) y eléctricas (reducen inflamaciones y equilibran), que llegan al interior de los tejidos a través de una serie de electrodos. Esto hace que se acelera tu propio metabolismo celular y que trabaje al 100% de su capacidad.

En definitiva, produce un aumento de la temperatura de la piel, de dentro hacia fuera (como una fiebre interna), y esa hipertermia da lugar a la formación de nuevo colágeno, y a una vasodilatación (que favorece la microcirculación y la mayor oxigenación del tejido).

Traducción: frena la caída de cualquier zona que se trabaje (rostro, cuello, pecho, brazos, glúteos, piernas) y reduce el aspecto de la celulitis y la inflamación de las bolsas de los ojos, ya que en el origen de ambos casos, siempre hay un importante componente circulatorio.

 

 

Hay varias versiones. Una deportiva (Activ) más específica para tratar dolores musculares, otra para uso en Instituto de belleza (Deep Beauty), y la última (Deep Care), es para uso exclusivo de clínicas y centros médicos.

La tecnología de base es la misma, lo que varía es la mano que la mueve. Y la indicación. Si se tiene la piel envejecida, celulitis o flacidez, sin ninguna patología, es perfecto Indiba Deep Beauty en un centro de belleza, cuyas sesiones suelen ser más baratas (entre 40 y 80 €, según el centro, el tiempo y los “pluses”). Cuando hay puntos de sutura, cicatrices, edema, hematomas o alteraciones cutáneas de algún tipo, la elección debería ser la versión médica, en un centro ídem, porque los facultativos son los adecuados para tratar la piel con esos problemas y porque este aparato incluye una pantalla que registra una serie de parámetros importantes a la hora de tratar pacientes con patologías, historia de sensibilizaciones… Para dolores musculares, lo suyo sería Indiba Activ, y que la sesión corra a cargo de un fisioterapeuta.

¿Dónde acudir? Son tantos los centros de estética y médicos que lo tienen en toda España, que lo mejor es que entréis en su web www.indiba.com/es.

Y como cada maestrillo tiene su librillo, cada centro le da su “toque maestro”. Estos son algunos de los que conozco:

–  Operación bikini: en algunos centros (Clínica IO, por ejemplo) combinan las sesiones de esta radiofrecuencia con un entrenamiento personalizado para que, al  aumentar el metabolismo tisular, la vascularización y la temperatura interior, para que el efecto del ejercicio sea el doble.

Para favorecer el bronceado: se suelen realizar 2 o 3 sesiones antes de la exposición al sol, porque nutre la piel, y eso ayuda a que el color sea más duradero; el mismo número durante, porque ayuda a combatir los efectos de los radicales libres generados por la radiación solar; e igual cantidad después, porque regenera los tejidos que el astro ha lesionado.

Cócteles personalizados: algunas profesionales (Carmen Montalbán, Chi Spa, The Beauty ConceptAvanClinic, Spaciomm…), además de aplicar la crema “conductora” (obligatoria para no freír la piel porque facilita el paso de la corriente), aplican cócteles personalizados de activos reductores, reafirmantes, drenantes etc…, aprovechando que la piel habrá aumentado de temperatura (y los vasos sanguíneos estarán dilatados) y los absorberá mejor.

Pre y pos cirugía: muchos médicos  y clínicas (Martin del Yerro, Dermaline, Clínica LondresDra.Silvestre, Clínica IO, Clinica FEMM) realizan algunas sesiones previas a una operación de estética, y otras posteriores, para que la recuperación de hematomas, cicatrices y contracción de la piel sea más rápida.

 

Concluyendo: que una máquina siga tan viva después de tantos años, en un universo tan cambiante como el de la belleza, dice mucho de ella.

Parafraseando a Coco Chanel, la moda cambia, pero el estilo (en este caso, la calidad) permanece. 

 

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