Hace muchos años tuve uno de los flechazos más intensos de mi vida.
Fue con Ultraglow, un gel con color que dejaba la piel con un tono de bronceado tan favorecedor que parecía que habías pasado un fin de semana al sol.
En España no había otro igual.
Caí tan fulminada, que durante mucho tiempo no quise oír hablar de ningún otro.
Intentaron presentarme otras alternativas pero, por aquel entonces, yo era fiel…
Sólo tenía ojos para él.
Ese “amor de verano” me duró por lo menos 3 estíos.
Pero se esfumó.
Ahora, 20 años después ¡¡¡ha regresado!!!
Más maduro: ha evolucionado a textura en polvo.
Más práctico: incluye un espejito.
Más versátil: se puede utilizar como potenciador del bronceado, colorete, sombra de ojos, labial (aplica vaselina sobre los labios y extiende los polvos con un dedo sobre ellos) e incluso laca de uñas (frotando el polvo directamente sobre ellas y protegiéndolo con un esmalte transparente).
Más inteligente: contiene un pigmento que se adapta a la piel de cada persona, quedando distinto según tu ph y color de la tez (no importa que ésta sea blanca , asiática , mulata o negra).
Más tratante: Incluye un agente hidratante que evita que se “cuele” en las pequeñas arruguitas del rostro y contorno de los ojos.
Más protector: con SPF 15.
Más sensible: es hipoalergénico y no ha sido experimentado en animales.
Y he vuelto a sucumbir!!!
¿Será que estaba destinado a ser el polvo de mi vida?
Cuesta 27.49 € en
PD: La viñeta que ilustra este post es de Rafa Sañudo. Un amigo. Un genio. Un tipo RaRo.
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