… de la ducha!! Y es que hoy toca un tip para las que tienen la suerte de irse de vacaciones a un lugar cálido, y tienen que enseñar piel: el primer autobronceador que se aplica bajo el agua!!
La primera medida para que os guste: perderle el miedo a este tipo de cosméticos. Porque seguro que muchos de vosotros, desalentados por resultados anteriores, el olor, o el tiempo de aplicación que suelen requerir, habéis desterrado este producto de vuestros cuartos de baño.
Yo, que soy muy fan (también es verdad que tengo la suerte de haber podido probar casi todos los del mercado), estoy siempre muy pendiente de los que puedo recomendaros sin miedo a equivocarme (aunque como en todo, sabiendo que no todas tenemos las mismas pieles, necesidades, gustos…).
Y creo que In Shower Self Tan Lotion de Lancaster, os gustará.
…Porque es muy rápido de usar. Se aplica directamente en la ducha. Después de enjabonaros, os enjuagáis, cerráis un momento el grifo, os aplicáis el producto por todo el cuerpo (o la zona que queráis broncear) con un masaje circular, y un minuto después, volvéis a abrir el grifo y termináis la ducha.
… Porque la fórmula está ligeramente tintada, y es más fácil de comprobar que no os habéis dejado ninguna zona sin tratar, y que la aplicación queda uniforme (aunque eso sigue siendo difícil de saber hasta que no “sube” el color…).
…Porque como los otros bronceadores de esta firma, tiene tecnología de adaptador del color del bronceado. En otras palabras: el DHA (el ingrediente que “colorea”), está enriquecido con melanina. Para que el color vaya desarrollándose gradualmente, día tras día, y el tono quede natural.
… Porque la primera aplicación (siempre que se aplique poca cantidad) no aporta mucho color, para que cada uno vaya intensificándolo en días sucesivos, hasta llegar a su tono deseado (y para que si hay errores al extenderlo, que siempre se pueden dar, sean menos evidentes).
… Porque, si prefieres un bronceado intenso desde la primera aplicación, también se puede conseguir utilizando mas cantidad de producto (no os lo aconsejo a menos que tengáis mucho callo).
Una advertencia: que se aplique bajo la ducha no implica que no nos tengamos que lavar después las palmas de las manos y, en este caso, de los pies (con el enjuague “cae” producto al plato de ducha, y al pisarlo, teñirlas! A mi me pasó!!). Aprovechad el momento del enjuague, pero en estas zonas, que sea con un poco de jabón y frotar.
Y las recomendaciones de siempre: aplicad poco (o nada) producto en las zonas más secas del cuerpo, como codos, rodillas, talones y empeines porque siempre concentran más color; y exfoliaros la piel previamente, para que el color sea más uniforme y dure más (si no arrastráis las células muertas de la piel, serán estas las que se “tiñan” y como se desprenderán enseguida, perderéis el “bronceado”). El de la misma marca tiene el plus de que incorpora aceite de macadamia, y deja la piel hidratada, pero mi consejo es que utilicéis un gel de ducha con partículas exfoliantes, para ahorraros un paso.
Y a seguir cantando bajo la lluvia…
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