Frida Kahlo se revolvería en la tumba leyendo este post. Y es que voy a hablaros de un producto que “repuebla” las cejas y las maquilla; y de otro que las tiñe, en una sola pasada, y sin necesidad de ir a un salón de belleza. Las cejas de la pintora mexicana, al alcance de cualquiera!
Por partes:
1-EYEBROW LIPOCILS INK (19,90€) es un rotulador que combina un activador del crecimiento del pelo con un corrector de color en una sola fórmula (tiene 5 patentes!!).
Para engrosar la ceja incluye el mismo complejo botánico que EYEBROW LIPOCILS, el “crecepelo” de la misma firma (que por un lado mejora la calidad de la raíz de cada pelo y por otro, estimula la síntesis de melanina y por tanto la pigmentación natural de las cejas). Pero en este nuevo “modelo”, se une la virtud de aportar color (de ahí la coletilla de INK –tinta- en esta versión). Y gracias a eso, se pueden rellenar los “huecos” (o calvas) de las cejas, a corto plazo (efecto maquillaje) y a largo plazo (el resultado crece pelo requiere 4 semanas).
En definitiva, que en unos segundos podéis redefinir y delinear las cejas; y en 4 semanas tendréis unas cejas más densas y habréis recuperado su pigmentación natural (esto es especialmente interesante para las que veis como empiezan a “canear” algunos pelos).
Lo encontraréis en 3 tonos: castaño, marrón y marrón intenso. ¿Cómo saber el que nos conviene? La regla es un tono más claro que el vuestro las que no queráis endurecer la mirada; y un tono más oscuro, las que apostáis por las cejas muy marcadas e intensas. Pero las normas, ¡están para saltárselas!
¿Modo de empleo? Al ser un lápiz fino es muy fácil de usar:
-Si simplemente queréis usarlo puntualmente para definir la línea de la ceja, basta con aplicarlo el día que os apetezca, utilizando la punta de fieltro en las cejas limpias (es importante que no queden restos de crema), siguiendo la línea natural de las cejas. Y si queréis intensificar el efecto, podéis aplicaros una segunda capa, sobre todo en las zonas menos pobladas.
-Si queréis sacarle todo el partido, y beneficiaros de su virtud como “crece-pelo”, hay que ser muy constante, porque si no, no funciona. Lo ideal es aplicarlo todas las mañanas, antes de empezar con el ritual de cosméticos matutinos para que estos no “interrumpan” la penetración de los activos. Y las que tengáis la ceja muy despoblada, podéis repetir por la noche, insistiendo solo en el área que “claree”. Los resultados se ven a las 4 semanas, pero se puede seguir durante otro mes, descansar, y volver a repetir pasados otros dos meses, y así sucesivamente.
2. Segundo producto GENIAL de Talika: BROW TINTATION (25,90€), un tinte de cejas casero, que nos libera de tener que ir a la pelu o un salón de belleza para oscurecer, aclarar o cubrir las canas que aparecen en nuestras cejas, y… delatan nuestra edad!!
¿La ventaja de este tinte frente a los de los centros de belleza? Además del tiempo que nos ahorramos -no hay que pedir cita, trasladarnos, aparcar y pagar el “papelito” de aparcamiento (si vas en coche a todos lados como yo), esperar allí a que actúe, y volver a casa-, este sistema es más barato y tiene menos química. “Nos ha llevado años de investigación desarrollar un tinte con un 80% de ingredientes de origen natural (extracto de Jagua, tradicionalmente usado por las tribus Amazónicas para tatuajes de larga duración) y al final hemos conseguido el primer tinte no oxidativo, DIY (Do It Yourself), en un solo paso”, me dicen desde la firma.
Para que entendáis la diferencia, los tintes tradicionales para cejas funcionan según el mismo principio que los permanentes para el cabello. Son tintes que usan una reacción química con un agente oxidante (el agua oxigenada, por ejemplo) y una solución base (como el amoníaco).
El de Talika, sin embargo, utiliza una interacción electroestática (reacción no química), y esta innovación ha sido validada por una patente. ¿En qué consiste? Como las cejas tienen una carga negativa han incorporado a su fórmula un tinte cargado positivamente que, a través de la afinidad de los iones, se adhiere firmemente en el pelo. Y esta “atracción física” ayuda a intensificar el color de las cejas sin la necesidad de química.
¿Modo de empleo? Se “cepilla” el pelo, y listo. No hay que mezclar productos como sucede con la mayoría de los tintes de cejas. Y si solo se quieren colorear algunas canas sueltas, se pasa el cepillo, con cuidado, solo por éstas.
Y, al funcionar por “reacción”, no tiene diferentes tonos. El color se obtiene según el tiempo que dejéis actuar el producto.
La indicación es:
– Si el color natural de las cejas es rubio, dejarlo expuesto solo 5 minutos.
– Si es castaño claro, se necesitan 20 minutos.
– Su es castaño oscuro, requiere 30 minutos.
Una vez hayáis conseguido el tono deseado (ojo, no os despistéis con el reloj, que yo por no estar pendiente acabé la primera vez como la pintora Mexicana), se retira el producto con un algodón y desmaquillante.
¿No habéis conseguido el tono que buscabais, y queréis algo más intenso? Podéis repetir sin problema.
¿El resultado en las canas? Si el pelo es blanco, lo cubre totalmente con un acabado gris ceniza; si el pelo todavía es gris, el acabado es antracita.
La coloración dura 2 o 3 semanas, y si queréis para mantener el resultado, tendréis que repetir el proceso pasado ese tiempo. Y cada envase dura entre 6 y 7 aplicaciones en ambas cejas.
¿Comprendéis ahora por qué a la Kahlo, que presumía de única, no le gustarían?
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