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Blogs La polvera por Teresa de la Cierva

Halitosis, no gracias

Halitosis, no gracias
Teresa de la Cierva el

Pocas cosas nos echan más para atrás en el amor, la amistad, el trabajo, y sobre todo en el sexo que el mal aliento. Y desgraciadamente, aunque no queramos reconocérnoslo ni a nosotros mismos, a todos nos pasa alguna vez.

Los datos del Instituto del Aliento (si, curiosamente existe uno!!!) aseguran que una de cada tres personas padece halitosis.
Pero, igual que somos extremadamente sensibles al mal olor de boca de los demás, somos incapaces de detectar el propio. A menos que alguien nos lo confiese, que no es lo habitual!!
Esto dificulta que tomemos medidas para evitarlo.
Por eso, os dejo algunos datos que seguro a más de un@ hacen recapacitar acerca de querer o no formar parte de ese “1 de cada 3”:
– El problema del aliento es más frecuente en los hombres (…)
– Las mujeres somos más susceptibles a los olores y el mal aliento es un aspecto clave a la hora de valorar (y rechazar) a un hombre.

 

– A las españolas lo que más nos disgusta de los hombres es el mal olor corporal (65%), seguido del mal aliento (14%).
– Un pestilente aliento es el peor enemigo de unas relaciones sexuales placenteras. En un 29% de los casos, es el principal inhibidor de la libido de la mujer, por encima de los problemas de erección (16%) y de eyaculación precoz (12%) interfiere en las relaciones íntimas.
– Además provoca baja autoestima, ansiedad, estrés y restringe la vida social.
Las dietas altas en proteínas, tan de moda, ha multiplicado el número de afectados por halitosis (por la cetosis).
– Lleva a veces al ‘bullying’ (acoso escolar o laboral) por parte de compañeros y puede influir en que se desestime a personas en promociones de empleo.

 

– Es uno de los motivos alegados en las separaciones conyugales.
¿Qué es lo que provoca la halitosis?
En nuestra boca conviven más de 600 variedades de bacterias que, aunque no huelen mal, son capaces de  descomponer las proteínas que contienen los alimentos que ingerimos cuando les falta el oxígeno. Al hacerlo producen unas moléculas que contienen azufre, y por tanto, son fétidas. Se llaman Compuestos Volátiles Sulfurados (CVS) y son los que causan mal aliento.
Los alimentos que producen mal aliento son: café, alcohol, ajo, cebolla, anchoas, queso, charcutería, yema de huevo y platos picantes o con exceso de especias.
Pero también lo acentúan:
Tragar los alimentos sin masticarlos.
La sequedad en la boca. Cuando se tiene menos saliva se acentúa el mal aliento, de ahí el mal aliento que tenemos al despertarnos.
Los largos ayunos. Por eso es más frecuente a última hora de la mañana, antes de la comida, o a última hora de la tarde antes de la cena.
– Y por supuesto, la mala higiene oral, que puede conducir a la gingivitis, periodontitis y otras enfermedades de las encías.
Pero la cavidad oral no es la única culpable (aunque sí en el 80% de los casos). Pueden provocarlo también el sobrepeso, la diabetes, el ciclo menstrual, la sinusitis, la insuficiencia renal, la hepatitis, cirrosis, insuficiencia hepática, las infecciones pulmonares y de garganta, respirar sólo por la boca, infecciones de garganta, problemas estomacales, algunos antbioticos, hablar demasiado tiempo, el estrés….
¿Soluciones?
–  Comer chicle, porque engaña al organismo, que se cree que estás comiendo y produce saliva (y la saliva es antiséptica). Y cuanto más ácido sea el sabor, mejor, porque el ácido también libera saliva.
– O picar algo, cualquier cosas, porque al masticar liberas los gérmenes que producen mal aliento.
Los caramelos solo enmascaran el mal olor, pero no lo anulan como los chicles  (al no generar saliva).
– Beber mucha agua es bueno, pero aclarar la boca con agua oxigenada (mitad agua, mitad agua oxigenada) es mucho mejor.  Si hacéis esto todas las noches, el problema de halitosis se ira reduciendo.
Cepillarse muy bien la lengua con el cepillo de dientes, o mejor aún, con un rascador linguae (en farmacias)
– Utilizar hilo dental o cepillos interprox, porque aunque no lo parezca, se queda mucha comida entre los dientes, y esos “restos” escondidos, son los que más

 Compuestos Volátiles Sulfurados provocan, y por tanto, mal olor.

– Y tomar perlas air-lift (7 €, 40 caps. en farmacias) que no enmascaran el mal aliento como hacen los caramelos, colutorios etc…. Estas lo eliminan desde dentro!!

Y lo previenen!!

 

Su secreto es que están hechas a base de aceite de oliva. La grasa de éste captura las bacterias negativas y elimina su mal olor. ¿Os acordáis del libro ‘El perfume’ de Patrick Süskind? En él se explica muy bien cómo para extraer la fragancia de una flor, se envuelve en un cuerpo graso, que acaba absorbiendo el aroma de esa flor.
Eso mismo es lo que hacen estas perlas: capturar los compuestos volátiles sulfurados (CVS).
¿Eso significa que tomar una cucharada de aceite de oliva tiene el mismo efecto “dentífrico?
Más o menos. Pero las cápsulas son más prácticas, y no engordan!!
¿Cuándo tomarlas? 
Si el problema es transitorio (una gazpacho lleno de ajo, muchas horas sin comer…) basta tomar una o dos perlas tras la comida (o el ayuno), y en 20 minutos, desaparece el mal aliento. El efecto dura 4 horas.
Si el mal aliento es persistente (es lo que se conoce como halitosis) la dosis debería ser diaria hasta notar la mejoría.
¿No se resuelve con esto? En la Clínica Castellana 100 (Tel: 91 411 55 67 ) y Clínica Serrano de Haro(Tel: 91 594 31 61) han creado un protocolo combativo a base de “chutes” altos de oxígeno.
Como os he dicho, las bacterias causantes viven en ausencia de oxigeno. “Utilizamos peróxido de hidrógeno con ultrasonidos y así eliminamos las bacterias anaerobias causantes de la halitosis” cuenta el doctor Luis Calatrava, de la Clínica Castellana 100. “No duele nada, la sesión dura 30 minutos y el efecto dura meses si se cumplen unas recomendaciones de higiene y dieta”. El precio, 250 euros.
Y ahora, que tire la primera piedra quien no vaya a salir corriendo a la farmacia a comprarse las perlitas en cuestión (o pedir cita en la clínica)!!

 

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