Esta semana se ha lanzado en España, casi en primicia, el Gel Balm Cleanser de Eve Lom, la nueva versión del mítico Cleanser, coronado en 1986 como “el mejor producto limpiador del mundo” por la revista Vogue. Y su “hermano menor” va por el mismo camino. Aterrizó en UK hace 3 semanas ¡y ya ha sido premiado con un título similar por la revista Harper’s Bazaar!
Para los que no conocéis el bálsamo original, un dato que dice mucho de su buen hacer: lleva 31 años en el mercado, sin modificar nada de su fórmula, “porque no nos lo perdonarían sus millones de fans”, como declaraba la gurú británica de las limpiezas de cutis que lo creó, cuando se le preguntaba.
El éxito de esta limpiadora de culto era, y es, que arrastra la suciedad como pocas, y además es tratante. Tiene una particular textura de pomada densa y se aplica con una gamuza de algodón egipcio específica que exfolía ligeramente y activa la circulación. Y esto es lo que hace que Cleanser sea tan especial, ya que limpia, tonifica, exfolía e hidrata en un solo gesto.
Pero (siempre hay alguno verdad?) su “modo de empleo” le estaba haciendo perder a algunas de sus incondicionales, que no tienen tiempo para realizarse a diario un desmaquillado tan laborioso.
Porque con Cleanser el proceso es el siguiente: humedecer el rostro con agua templada, tomar un poco de pasta con las manos humedecidas y frotarla para que se convierta en una textura más líquida; aplicarla por el rostro y cuello con un masaje suave; retirar el producto con la muselina específica de la firma, previamente bañada en agua caliente, para ejercer la función de arrastre y estimulación circulatoria que proporciona la tela; repetir dos o tres veces hasta que la piel esté completamente limpia; aclarar con agua fría para cerrar los poros; y limpiar la gamuza para su siguiente uso. La piel queda increíblemente limpia y jugosa pero, no todas tenemos el tiempo, o las ganas, de dedicárselo solo a nuestra limpieza facial diaria (yo soy de aguas micelares, imaginaos…).
Y aquí llega la gran noticia: la fórmula se ha modernizado de acuerdo con los tiempos (y las prisas de las consumidoras), y se ha convertido en un gel de limpieza más rápido y fácil de usar.
Se aplica con la piel húmeda (si necesidad de calentarlo en la mano), se masajea como cualquier otro gel de limpieza, y su nueva fórmula híbrida se transforma poco a poco en la textura de bálsamo cremosa que tanto gusta a sus fieles. Se aclara con agua templada, y listas.
No hace falta retirarlo con el paño de muselina porque el producto se elimina más fácilmente que la versión anterior, pero es cierto que si la usáis, los resultados serán mejores. Desde la firma aconsejan a quienes ya lo tienen que lo utilicen una o dos veces por semana, como plus de exfoliación. Y las nuevas usuarias lo pueden comprar para los días de mimos extra, ya que se vende por separado (22 €, tres unidades).
En cuanto a la fórmula, se ha mantenido la receta original que le ha valido innumerables premios (aceites de manzanilla, eucalipto, clavo, lúpulo y laurel) pero reforzada con una mezcla de enzimas que disuelve más eficazmente las impurezas y el maquillaje (incluso el waterproof) y con aceites de argán (hidratante) y de pepitas de uva (nutritivas) para que no quede el cutis tirante, característica casi inevitable de la mayoría de geles limpiadores.
Es más, aseguran que han probado científicamente que deja la piel hidratada hasta 12 horas después de la aplicación.
En resumen, que las amantes de este icónico cosmético que lo habían abandonado por motivos prácticos, ya pueden volver a disfrutar de sus bondades (e incluso de su peculiar aroma a ungüento farmacéutico, porque sigue siendo idéntico).
Cuesta 55 € por el momento, solo está en las perfumerías Nadia o en internet.
Maquillaje