Lara Croft, protagonista de la saga Tomb Raider iniciada en 1996, fue el primer personaje femenino que protagonizó un videojuego de éxito (el Libro Guinness de los récords la ha reconocido como la “Heroína humana más exitosa de los videojuegos“).
Por esta razón acompañé a mi hija el fin de semana a ver la película, que algunos críticos han calificado de la mejor adaptación de un videojuego en la gran pantalla (aunque a mí se me hizo un poco larga porque en realidad no me gusta nada el cine de acción). Desde luego, en el papel de Lara me pareció mejor Alicia Vikander que la hiper sexualizada Angelina Jolie que protagonizó hace años Tomb Raider con sus labios carnosos y unos inflados pechos, algo alejada del personaje original.
No pretendo en este post hacer de crítica de cine, sino resaltar que ya era hora de que los creadores den a las chicas papeles fuertes en las películas, libros y comics que consumen nuestros hijos.
Lara Croft, Wonder Woman, Jessica Jones, incluso Dora la Exploradora, suponen modelos que nunca tuve. Mi generación estuvo enganchada a Jabato, El Capitán Trueno, Asterix y Obelix, Tintín, Lucky Luke, Mortadelo y Filemón, Indiana Jones o Superman. En todas estas historias, los protagonistas se rodeaban de amigos o villanos masculinos, mientras que la chica (si alguna vez aparecía) era la eterna “novia de”. Verdad es que, en Los Vengadores, Mazinger Z o Terminator había una mujer de acción, pero en papel francamente secundario.
Así que las pocas referencias femeninas en la ficción de mi infancia y adolescencia fueron Heidi en la tele, Esther en los tebeos o Darrell Rivers en las novelas de Torres de Malory, todas ellas buenas niñas en argumentos sentimentales… hasta que aparecieron los Ángeles de Charlie, chicas guapas, valientes y listas: eso sí, a las órdenes de un par de tipos dudosos.
Sin ánimo de perseguir la paridad de género en todos los aspectos de la sociedad, me alegra que nuestras hijas ahora puedan observar diferentes patrones femeninos de vida, lo que les dará seguro una mayor capacidad de elección de sus opciones futuras. Bravo por Lara Croft.
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