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Blogs Sin cobertura por Jesús García Calero

Aniversarios en el Teatro Real

Jesús García Calero el

Quien toma el pasado como un espejo, incluso en modo selfie, a menudo no encuentra lo que buscaba, porque el pasado resulta impredecible. Abro “Los orígenes del fundamentalismo”, de Karen Armstrong, que Tusquets ha reeditado coincidiendo con la entrega del Princesa de Asturias de Ciencias Sociales. Habla bastante de 1492. La toma de Granada, el decreto de Expulsión y el Viaje de Colón fueron, en opinión de la estudiosa, los tres golpes de ariete que terminaron de abrir las puertas del mundo moderno, tanto en su gloria como en su devastación. El poder central de Isabel y Fernando debía quebrar el freno de viejos fueros, gremios y comunidades medievales cerradas, como la judía, añade Armstrong. Y el fundamentalismo nacería –concluye– como un eco del siglo XX de quienes se sintieron agredidos a finales del XV.

España está en el origen del programa ilustrado y racionalista, humanista y científico, que se extendió por Europa y el mundo durante tres siglos, una exploración más allá de las fronteras intelectuales conocidas hasta entonces, paralela a la de los navegantes que dibujaban el mundo a medida que lo iban recorriendo. Armstrong coincide con otros estudiosos como John Elliott o María Portuondo, que reivindican este papel precursor robado a la ciencia y al humanismo del siglo XVI español.

Los agredidos por la modernidad, fundamentalistas con nuevos disfraces, tocan a rebato un día contra estatuas de Colón y leyendas de genocidio y otro contra la Carmen de Bizet que se programa en el Teatro Real. En París, en 1999, se estrenó con escenas poco respetuosas con la bandera española y ahora que las enseñas abundan en las calles han buscado carnaza. Nada más lejos de la realidad. Las escenas están suprimidas de antemano, y la Carmen en versión de Calixto Bieito celebrará el vigésimo aniversario del teatro madrileño la víspera del 12 de octubre. En este momento de ánimos exaltados no podemos permitirnos olvidar ese mundo moderno que nació entre nosotros o perderemos la mejor esencia de lo hispano, que no es cerril o fanática, sino viajera, de encuentros en la aventura de la libertad.

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