Parece que tras el susto inicial originado por las palabras del Ministro García Margallo empieza a aclararse el alcance de la medida que ha tomado la Comisión Europea para investigar si existieron ayudas estatales a siete clubes de fútbol de la Primera División española. A día de hoy, lo que parece haber decido la Unión Europea es solicitar a España información sobre posibles ayudas estatales a determinados clubes españoles. De la información requerida por la UE, me interesa detenerme en la que se refiere a los cuatro clubes que no se conviertieron en Sociedadades Anónimas Deportivas. En principio, debe recordarse que en nuestro Derecho rige el principio de la libertad de “vestidura jurídica”, salvo que exista una ley que imponga la adoptación de una determinada forma social. Esto fue lo que sucedió con la Ley del Deporte de 1990. En esta Ley, se estableció un plan de saneamiento para los clubes de futbol de 1ª y 2ª división que en aquel momento tenían una deuda global que ascendía a 35.000 millones de pesetas.
El Paln de saneamiento perseguía un dobel objetivo: eliminar la deuda pública que tenián entonces los clubes de fútbol (procedente de sus deudas con Hacienda, la Seguridad Social y las deudas con el Banco Hipotecario por la remodelación de los estadios-sede del Campeonato de Fútbol de 1982) y recapitalizarlos. En la primera parte del plan de saneamiento entraron todos los clubes, y consistió en trasladar esa deuda a la Liga de Fútbol Profesional, la cual tras hacerse con los ingresos que correspondían a tales clubes por los contrratos de televisión y el procentaje de las quinielas, se encargaría de ir pagándola en los plazos previstos. La medida de la “recapitalización” solo afectó a los clubes que tenían déficit patrimonial desde las tempradas 1985-1986, y consistió en obligarlos a transformarse en sociedades anónimas deportivas (SAD). Debido a esta conversión, las SAD emitieron nuevas acciones que fueron suscritas por los socios a cambio de entregar dinero, gracias a lo cual los clubes que se constituyeron en este tipo de sociedades no solo nacieron sin deudas, sino que recibieron en su conjunto a cambio de las acciones emitidas algo más de 15.262 millones de pesetas.
¿Por qué no tuvieron que convertirse el Rela Madrid, el Barcelona, el Athletic y el Osasuna en SAD? Sencillamente porque no necesitaban utilizar la medida de la “recaptilización”: desde los ejercicios 1985-1986 tenían, según sus auditorías, un saldo patrimonial neto positivo y, por tanto, no tenían necesidad de medios económicos para seguir afrontando su actividad económica. Como entraron en el plan de saneamiento, los 4 clubes tuvieron que ceder sus ingresos de television y de las quinielas a a LFP para pagaru su deuda pública. Pero como tenían fondos de maniobra suficientes no necesitaron nuevas inyecciones de capital. Lo cual explica que no tuvieran que emitir acciones para recibir a cambio dinero. Esta es la explicación.
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