José Manuel Otero Lastres el 28 feb, 2018 Acabo de escuchar en los Desayunos de TVE a Jordi Xuclà, diputado en el Congreso por el PdeCat, que una parte de la sociedad catalana está disgustada con Felipe VI porque al afrontar el tema de Cataluña no cumplió su función de arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones del Estado español. Esta afirmación no tendría demasiada importancia de no ser porque el diputado Xuclà es abogado y profesor asociado de Derecho Administrativo en la Universidad de Gerona. Su cualificación profesional y su alusión a las funciones arbitral y moderadora del Rey implica que conoce la Constitución, razón por la cual es difícil de entender que un profesor de la Universidad, aunque sea simplemente asociado, invoque la Constitución en relación con las funciones del monarca y olvide que el Rey lo es en virtud de la Constitución y que por encima de cualquier otra cosa tiene el deber de defender –como el mismo ha tenido que aclarar a Ada Colau- la Constitución y las leyes. Y es que supone un cinismo inaguantable –y ya está bien- invocar un texto legal, como la Constitución, para lo que interesa: recordar al Rey que debe arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones (art. 56.1 CE) y obviar ese mismo texto legal en puntos tan relevantes como el de que la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española (art. 2 CE) y el de que la única soberanía que reconoce es la nacional (no las autonómicas) y que reside en el pueblo español en su conjunto (art. 1.2 CE). Puedo entender que un político maltrate la verdad, pero hay cosas que me resultan difíciles de soportar: que alguien, que además es abogado y profesor de Derecho Administrativo, sea capaz de decir a sabiendas medias verdades, que son más peligrosas que la mentira porque encierran una apariencia de verdad. El señor Xuclà no tuvo reparo alguno al decir a sabiendas una parte de la verdad, que el Rey tiene las funciones de arbitrar y de moderar, ocultando que él mismo forma parte de un partido que vulneró dolosamente la Constitución al declarar unilateralmente la independencia de Cataluña. ¡Si tanto le preocupa, señor Xuclà, el cumplimiento por el Rey una norma de la Constitución, el citado artículo 56.1, por qué no abandonó inmediatamente su partido cuando su formación perpetró un golpe de Estado jurídico contra nuestra Ley Fundamental! Otros temas Comentarios José Manuel Otero Lastres el 28 feb, 2018