Permítame, querido lector, que ayudado por el mito cretense de Teseo y el Minotauro trate de explicar la posible salida del laberinto político en el que estamos metidos.
Como muchos de ustedes recordarán, en esa narración heroica, la princesa Ariadna tuvo un papel decisivo al darle a su enamorado Teseo un ovillo que le permitió encontrar la salida del Laberinto en el que hubo de entrar para acabar con el Minotauro.
En la España de hoy, nuestro Minotauro es Pedro Sánchez, que arrimado a tablas en el laberinto de nuestra actual realidad política, está devorando las tenues esperanzas que tenemos los constitucionalistas de encontrar la salida del enredo en el que incomprensiblemente nos metimos los españoles en las últimas elecciones generales.
Para poner fin a nuestro complejo panorama político actual, Teseo, el presidente en funciones, tiene que entrar en el Laberinto, luchar con el temible Minotauro, aniquilarlo políticamente, y después encontrar el camino de salida.
Lo que ocurre es que, al igual que Teseo, el presidente en funciones no puede hacerlo solo. Necesita la ayuda de una Ariadna que, por amor –en este caso a España-, le dé un instrumento (el ovillo) para salir del laberinto.
Y ¿quién hará de princesa Ariadna? El papel le ha correspondido al Comité Federal del PSOE que se reunirá mañana y cuya única función en este historia será darle a nuestro Teseo el ovillo que le permita encontrar la salida del laberinto.
Así armado, nuestro Teseo podrá entrar en el laberinto, prenderá el ovillo a la entrada e irá desenrollándolo hasta que por fin de encuentre a nuestro Minotauro. Una vez lo tenga a la vista, hará lo mismo que hizo Teseo: dará rodeos para agotarlo y cuando lo logre se enfrentaré a él dialécticamente en el Congreso para acabar con su vida política. Después irá siguiendo el hilo hasta encontrar la salida.
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