Maira Álvarez el 05 jul, 2017 Fuente: blog.lakupon.com En estos días veraniegos, ir a la piscina se convierte en un recurso muy socorrido, refrescante y divertido para muchas familias. Sin embargo, el placer de algunos se convierte en el malestar de otros sufridos bañistas que tienen que soportar verse invadidos por gritos, empujones, músicas descontroladas y un sinfín de molestias innecesarias. La libertad de uno mismo termina donde empieza la de los demás, y en los espacios públicos es donde más cuidadoso hay que ser con nuestro comportamiento. No sirve la excusa de que los niños son niños, pues en el fondo un niño maleducado no es más que la demostración de que detrás hay un adulto incapacitado para educarlo. Y educar es querer. Etiqueta Tags adultosComportamientoEducaciónEtiquetalittle etiquetaniñospiscina Comentarios Maira Álvarez el 05 jul, 2017