ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Protocolo y etiqueta por Maira Álvarez

La Primera Comunión: etiqueta para invitados

Maira Álvarez el

 

 

Llega mayo y empiezan las Primeras Comuniones. De hecho, muchos de ustedes seguro que ayer estuvieron invitados a una de ella. Aunque parece que se nos esté olvidando, y hoy en día muchos padres hacen “mini- bodas”, hay que recordar que el sentido de este acto es un ritual de la Iglesia católica y un evento familiar.  Es una fiesta, sí, pero el protagonista es el niño o niña que recibe el Sacramento de la Primera Comunión.

Es un acto más austero que una boda y por ello no hay que perder la cabeza comprando vestidos carísimos ni vistiéndonos de noche: hay que actuar con mesura y discreción. Dicen que la mejor elegancia es la que se ve pero no se nota. Se podría decir que a una comunión se va de “media etiqueta”, es decir, no se puede ir con ostentosas pamelas ni vestidos largos, pero tampoco es una comida informal familiar más, en la que se va perfecta con unos vaqueros o un vestidito de tirantes.

A diferencia de las bodas, el blanco está aceptado como color para vestir en una comunión, es más, está muy de moda este año combinar este tono con cualquier otro (negro, marino, fucsia…) Los colores más apropiados para vestir son los más primaverales:tonos naturales y neutros, blancos, cremas, pasteles.

Los padres del niño que celebra la comunión son los que marcan la etiqueta en este tipo de eventos, sobre todo en el caso de los hombres (si el padre no lleva corbata, por ejemplo, sería una descortesía que los invitados sí la llevasen). Nunca hay que ir más elegantes que los progenitores. Como es un acto que se celebra por la mañana, lo más apropiado es ponerse un vestido corto, es decir, a la altura de la rodilla. Los trajes sastre, tanto de falda como de pantalón son una opción perfecta.

Fuente: Mi Mundo Philips

 

 

Un consejo: las rayas horizontales y los grandes estampados aumentan el volumen corporal. Los plisados tampoco estilizan demasiado.

Es aconsejable vestir una chaquetilla, blazer o abrigo a juego con el vestido por dos razones: por etiqueta, en la iglesia, ya que está mal visto estar con los hombros al aire durante la misa, y por lógica, ya que el tiempo en primavera es muy traicionero.

Si se es la madre del niño o niña protagonista, es mejor que el vestido sea de corte clásico, y que se modernice jugando con los complementos. Otra opción muy actual son los monos o pantalones con caída y tejido sutil. Quedan muy estilosos, tanto con tacón como con zapatos planos. Siempre combinan bien con una chaquetilla o blazer que contraste.  Hay un regreso al favorecedor estilo “lady” y al zapato clásico de tacón. Al celebrarse en primavera – verano, las sandalias de tacón o los peep toes son de lo más apropiado.

Fuente; tendenzias.com

 

Para el cabello, no hace falta hacer grandes recogidos ni peinados demasiado elaborados. Se está dejando de llevar el liso extraplanchado, pero es muy adecuado ir con  una melena suelta, unos rizos desordenados o un semirecogido estiloso. Hay diademas y tocados pequeños que son preciosos siempre que vayan en consonancia con el vestido elegido. Las coronas de flores, o broches metálicos pueden dar a un atuendo un look boho chic muy actual.

Los bolsos pueden ser tipo sobre, con cremallera, o carteras planas y grandes. Evitad tanto los bolsos de diario como los clutch metalizados o joyas, propios de las bodas y la noche.

Al ser un evento diurno, el maquillaje debe ser suave y natural. Los smoke eyes y los labios rojos son espectaculares, sí, pero no para besar a un niño de nueve años y a sus abuelos.

 

No está de moda que los zapatos sean del mismo tono que el bolso. Y por favor, eviten combinar el vestido de la mujer con la corbata de su pareja. O que el hombre lleve el mismo color y estampado en corbata y pañuelo de la chaqueta. Aunque el vestido sea de manga corta o tirantes, llevar guantes hasta los codos no es apropiado (se reservan para la alta etiqueta en eventos nocturnos). Está prohibido vestir de negro o tonos muy oscuros, con vestido largo (de los que tapan los zapatos), con medias de rejillas, con botas, con brillos y con lentejuelas. Minfaldas, escotes vertiginosos y espaldas al descubierto tampoco están bien vistas.

La alta joyería no es muy aconsejable, al ser un evento de día.  No hay que abusar de las grandes piezas. Como siempre, la discreción marca la elegancia.

 

 

Etiqueta

Tags

Maira Álvarez el

Entradas más recientes