Aunque pueda parecer mentira, una alfombra es uno de los elementos más importantes dentro del mundo del protocolo. Una alfombra dota a cualquier evento de un clima solemne apreciado por los protagonistas y por los espectadores que asisten al mismo.Tradicionalmente, la alfombra marca el camino que se recorrerá entre dos lugares y se reservaba para Jefes de Estado o Presidentes, en ceremonias de gran protocolo.
Cuando un anfitrión decide poner una alfombra, el acto se reviste de elegancia, además de una clara intención de querer agasajar a los participantes.
No voy a hablar de los espacios interiores donde pueden encontrarse preciosas alfombras tejidas a mano, con lana persa o intricados diseños, sino de la famosa alfombra roja, que a veces no tiene mucha más categoría que una moqueta.
Esta alfombra de honor da acceso a los invitados más importantes a un escenario o pasarela.
Además esta alfombra delimita el espacio para situar a público, fotógrafos y a la organización. A los protagonistas del acto, además, les indica el trayecto que han de realizar. Una alfombra roja simboliza un gesto de poder para la persona que va a caminar por ella.
Os dejo un vídeo en que se utiliza la alfombra roja como excusa para decir esta frase tan manida de “rompe el protocolo”. En este caso es roto por el Papa Francisco, quien, en su cercanía habitual, se sale del recorrido marcado por la alfombra roja y se acerca a saludar al pueblo mexicano nada más aterrizar en ese país.
El color
¿Por qué la alfombra es roja y no azul o amarilla? Desde la antigüedad, el color púrpura era muy difícil de sintetizar, por lo que solo el mando supremo, los cardenales en la iglesia (la púrpura cardenalicia) y la nobleza podían vestir ropajes de ese color.
El color púrpura procedía originalmente de la secreción seca y en polvo de un molusco que se encontraba en una pequeña zona del mar Rojo. Su belleza, unida a su exclusiva escasez lo hicieron accesible solo a la gente con mayor poder adquisitivo. De hecho, y por este sentido, en la época romana solo lo podía vestir el “divino César” y sus más allegados.
El color rojo es sumamente elegante y poderoso. De hecho, en nuestro país, fue duramente criticada la Gala de entrega de los Premios Goya cuando colocaron una alfombra de color verde.
Antecedentes históricos
El gusto por la alfombra roja se remonta a la antigüedad y es un elemento que ha conservado tanto la forma como su finalidad.
– La primera referencia escrita se encuentra, por ejemplo en la obra de teatro Agamenon, escrita por Esquilo en el año 458 antes de Cristo. En ella, cuando Agamenón regresa a Troya, su mujer Clitemestra le ofrece un sendero rojo para que no pise el suelo:
“Esclavas, ¿por qué demoráis dar cumplimiento a la orden que se os ha dado de alfombrar el suelo por donde ha de pisar?
¡Que quede al momento el camino cubierto de púrpura para que Justicia lo lleve a una mansión inesperada!”
– Se han encontrado muestras de alfombras rojas en Siberia que datan del siglo V.
– En 1821, una alfombra roja fue extendida cerca de un río para dar la bienvenida al presidente de los Estados Unidos, James Monroe.
– En 1902, el ferrocarril New York Central Railroad utilizó alfombras de felpa rojas para dirigir a sus pasajeros mientras abordaban el tren 20th Century Limited.
Las alfombras rojas también se despliegan en festivales, estrenos de películas y en eventos ajenos a las celebridades como son las bodas.
Ceremonial
