Os habéis prometido. Felicidades. Tras el primer subidón de adrenalina, entra el vértigo ante la cantidad de cosas que hay que hacer para poder casarse. Hay veces que pensaréis que os queda mucho tiempo, y otras parecerán que los días desaparecen del calendario sin haber adelantando nada.
Las bodas de antaño ya no se estilan; eso de iglesia, restaurante, puro y pasodoble ya pasó a la historia. Los enlaces son cada vez más diferentes, únicos y personalizados según cada pareja.
No hay nada mejor que plantearos meter en vuestra partida de gastos la labor de un wedding planner. En España empezamos poco a poco a admitir y a valorar el trabajo de estos profesionales, pero aún estamos lejos de países como Estados Unidos o Irlanda, donde la figura del organizador de bodas es igual de considerada que la del fotógrafo o el dj.
Preparar una boda parece sencillo, pero no lo es. Hay que tomar muchas decisiones, y muchas veces contrarreloj. Un enlace es un puzzle con miles de diminutas piezas, en las que el pegamento es el componente emocional que las aglutina: todo tiene que salir perfecto. Todo tiene que estar bien.
En cualquier otro evento, un fallo puede ser más o menos recordado por los asistentes, pero no es crucial. ¿que falla el himno antes de un partido? Bueno, el partido se acabará jugando igualmente. ¿no hay suficientes canapés? Una lástima, pero mientras haya la conferencia haya sido positiva…
En las bodas no es así. Cualquier detalle es crucial. Recuerdo a una novia cuya boda estaba tematizada en el color azul. El día de su boda llegó a su casa un ramo de flores, su ramo, y no era el que ella había encargado, y era de otro color. Y al ser domingo, la floristería había cerrado. Gracias a que tenía wedding planner, pudimos llamar a un proveedor de confianza que elaboró un ramo azul exquisito y que seguramente (aunque os parezca banal) salvó a la novia de un ataque de nervios.
Un buen wedding planner nunca debe ser visto como un gasto, pues a la larga ayuda a ahorrar dinero, tiempo, estrés y discusiones. Los profesionales de las bodas ayudan a organizar un enlace de manera , supliendo la inexperiencia y la falta de tiempo de los novios.
¿Recordáis la película Planes de Boda de Jennifer López? No es ninguna exageración. Un organizador de bodas es el mejor salvavidas que puede tener una novia en los meses previos a su enlace, y en el mismo día “b”. Siempre hay invitados despistados, sorpresas de los amigos, niños que se despistan, comida que se retrasa, un familiar que se emborracha, un vestido que se desgarra… hasta un novio con nervios escénicos que decide no casarse y se encierra en pleno ataque de pánico en la sacristía (eso ya os lo contaré en otra entrada. Se acabó casando, por cierto).
Eso sí, mirad bien a quién queréis contratar: hay mucho intrusismo laboral. Cualquiera que se haya descargado dos plantillas en internet para hacer invitaciones, o que haya ayudado a escoger el vestido de su prima, no es wedding planner. Igual que cualquiera con cámara no es fotógrafo. Y eso, a la hora de ver los resultados y la profesionalidad, se nota de lejos.
En resumen, estos son los principales motivos para contratar a un wedding planner:
– Os escuchará, animará, y dará ideas que hará más especial aún el día más importante de vuestras vidas.
– Os ayudará a recortar gastos, al tener acuerdos preferenciales con los proveedores. Las empresas tratan de manera diferente a un wedding planner que a un particular.
– Os ayudarán a planificar el casamiento de acuerdo a vuestro presupuesto, y a establecer prioridades entre las diferentes partidas.
– Perderéis menos tiempo, pues concertará citas con fincas, caterings o vestidos sin que vosotros tengáis quel lamar a nadie.
– Os liberará del estrés; bastante tenemos en nuestro día a día como para que el casarse sea una fuente de conflictos.
– Agilizará el papeleo, tanto si vuestra ceremonia es civil como religiosa.
– Os ayudarán a que vuestro casamiento tenga todo el protocolo y el ceremonial que deseéis, y que invitaciones, etiqueta y decoración sea acorde a vuestras exigencias.
– Os guiará cuando os sintáis perdidos a la hora de buscar detalles, hoteles para vuestros invitados o seatting divertidos.
– Garantiza que el día de vuestra boda sólo os tendréis que preocupar de disfrutar, ya que habrá profesionales capacitados trabajando para vosotros.
Bodas
