Pelotas
El Madrid rancio pero orgulloso de finales de los sesenta desprende un intenso aroma a gloria, a filas prietas y a cerebros uniformados. Un falangista con rango intermedio en el aparato y en la Administración alecciona a otro más joven:…
El Madrid rancio pero orgulloso de finales de los sesenta desprende un intenso aroma a gloria, a filas prietas y a cerebros uniformados. Un falangista con rango intermedio en el aparato y en la Administración alecciona a otro más joven:…