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Blogs Pido la palabra por Paloma Cervilla

Soraya ante la hora de la verdad

Paloma Cervilla el

 

Desde que Mariano Rajoy la señaló con el dedo y la elevó a los altares de la política allá por el año 2008, convirtiéndola en portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría se ha ocupado de asuntos más o menos domésticos de política nacional. Pero la decisión del presidente del Gobierno de colocarla al frente de la crisis que se ha abierto con Argentina, a raíz de la expropiación de Repsol, la sitúa en otra dimensión, en el de la gestión de los grandes asuntos internacionales, que es donde se miden de verdad los políticos de altura.


A Soraya no le faltan recursos para lidiar este toro con oficio. Tiene formación jurídica suficiente para saber qué hay que hacer. Tiene dotes de mando y experiencia en la coordinación de equipos para resolver problemas. Pero me temo que le hará falta mucho más que todo eso. Temple, mucho temple, y firmeza, mucha firmeza, para saber conjugar la defensa de los intereses de España con la suficiente mano izquierda para que España salga reforzada como país de este desafío de la presidenta argentina.

Soraya está ahora en el centro de todas las miradas, justo en el momento que se empezaba a cuestionar su capacidad para poner orden en la comunicación del Gobierno. Hay muchos que están esperando un traspiés para decir que tampoco era para tanto. En política, como en la vida, hay mucha miseria.

Pero más allá de los réditos políticos que pueda cosechar en la gestión de esta crisis. Lo importante es que deje claro que este país no puede consentir la chulería de nadie. Que no somos un territorio bananero en el que asaltan nuestras empresas y aquí no pasa nada.

El único peligro que puede correr Soraya es que, después de esta crisis, se entusiasme demasiado con los asuntos internacionales y se olvide de los nuestros. Ya me lo dijo una vez un ministro de Aznar. Cuando los políticos descubren el mundo y empiezan a viajar, ya no les gusta la política nacional., le parece poca cosa.

España
Paloma Cervilla el

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