Paloma Cervilla el 30 abr, 2012 El pasado miércoles, mientras su señorías debatían en el interior del Congreso de los Diputados los presupuestos del Gobierno, un alto cargo dejaba caer en un corrillo de periodistas que quizás este año no habría debate sobre el estado de la Nación. Así, como el que no quiere las cosa, dejaba correr una complicada liebre para asombro de algunos de los periodistas que nos encontrábamos allí. En el momento que escuché decir que quizás no habría debate, pensé que era un gran error porque en este momento de incertidumbre no hay nada más que quiera la gente que escuchar al presidente hablar de sus reformas y de las que se nos vienen encima. Una oportunidad como ésta no la debe de dejar pasar. El escenario, el Parlamento, es el adecuado para explicar muchas de las cosas que los ciudadanos no entienden. La tribuna de oradores es el ámbito más propicio para lanzar un mensaje de seriedad y rigor sobre su política económica. Y el momento también es el oportuno. Han pasado cinco meses desde que llegó a La Moncloa -el debate podría cerrar este primer periodo de sesiones- y ha pedido muchos sacrificios a los ciudadanos y éstos se merecen un poco más de atención. Creo que Rajoy tiene razones suficientes para hacer lo que ha hecho. Lo dijo muy claramente el pasado domingo durante su intervención en la clausura del Congreso del PP de Madrid. El Gobierno de Zapatero nos dejó una deuda a la que tenemos que hacer frente y además mintió a la Unión Europea sobre el déficit de España. Ello ha supuesto que Rajoy se haya encontrado con 28.000 millones de euros de más que hay que pagar. Sí o sí. Y el dinero solo puede salir de nuestros bolsillos. El presidente todavía tiene tiempo para replantearse esta comparecencia. Yo, sí fuera él, lo haría. Os invito a seguirme en Twitter: http://twitter.com/#!/palomacervilla España Comentarios Paloma Cervilla el 30 abr, 2012