La caradura sindical

Esta mañana estaba intentando buscar un motivo lógico que explique qué ha llevado a los sindicatos UGT y Comisiones Obreras a convocar la manifestación contra el Gobierno de Rajoy y, como pasa algunas veces con las redes sociales, la encontré en una de ellas, en un comentario de Twitter.

Pensaba yo que no era posible que protestaran por los recortes de Rajoy, ya que antes de que gobernara el Partido Popular hemos tenido que asistir al mayor “tijeretazo social” de la historia de la democracia. ¿Recuerdan aquella comparecencia en el Congreso de los Diputados del anterior presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en mayo de 2010, cuando anunció la bajada de sueldo de los funcionarios, la suspensión de la revalorización de las pensiones, la paralización de las inversiones del Estado y la reducción del gasto farmacéutico, entre otros hachazos? No, no es posible criticar los recortes ahora, porque a Zapatero solo le enseñaron la patita de modo testimonial en una huelga general que resultó un fracaso.

¿Sería la causa de esta manifestación el incumplimiento del programa electoral del PP, como también dicen? No, tampoco podía ser una razón. Zapatero, dos años antes, había pisoteado el suyo propio y tampoco se pidió convocar un referéndum para conocer qué es lo que pensaba su electorado.

¿Otra causa podría ser las duras condiciones que nos pone la Unión Europea para prestarnos dinero con el que pagar las deudas heredadas de la gestión anterior? Hombre, tampoco. Si Zapatero tuvo que pegar el hachazo porque Europa le obligó a ponerse de rodillas si no quería que nos rescataran al amanecer.

Desechadas estas opciones, dos seguidores de Twitter me dieron la clave: “Protestan ahora porque les van a reducir las subvenciones” (mi compañero de ABC en Pamplona, Pablo Ojer). “El referéndum que había que hacer es para ver si seguimos subvencionando a estos caraduras” (Carroman). Ahí está la clave. No protestan contra los recortes en Sanidad o Educación o contra la subida del IVA o del IRPF, sino contra el tajo que Rajoy le ha dado a las subvenciones a los sindicatos, reduciéndolas en seis meses un 42 por ciento. Eso significa que, si del 1 de enero al 30 de junio de 2011 Zapatero les dio 44.587.050 euros; el PP, en el mismo periodo, se las deja en 25.970.467 euros.

También protestan, y de qué manera, porque ahora la gran parte de ellos tendrán que ir al tajo, a trabajar. Rajoy ha reducido en más de 6.000 el número de liberados sindicales de este país ahorrándonos 250 millones de euros. Solo en la Administración Central, el número de liberados pasará de 3.004 a 1.063, cerca de 2.000 liberados menos.

Ahora comprendo su mosqueo y la virulencia de las intervenciones esta mañana de Cándido Méndez y Ignacio Fernández Toxo . Menos dinerito para  vivir de la sopa boba sin dar ni golpe y para librarse del trabajo, que ya sabemos que es una cosa ingrata y, a veces, demasiado pesada, para los que nunca lo han querido.

La pena es que, para defender sus privilegios, utilicen como coartada a los trabajadores, que realmente lo están pasando muy mal, por creerse algunos que el dinero público se puede gastar alegremente. Ahí está la deuda que nos han dejado: 900.000 millones de euros, que ahora hay que pagar y nadie nos quiere prestar el dinero porque no se fía de un país que ha vivido de esta manera.