Quiero creer que las amenazas, las exigencias y el desafÃo lanzado por VOX de no apoyar al PP para llegar a los gobiernos de Madrid y Murcia son unos lances más de este juego de esgrima que a veces es la polÃtica. Un toque suave con la espada para después llegar a un acuerdo, sin bajarse demasiado los pantalones.
Otra cosa serÃa una barbaridad y un error de consecuencias dramáticas para el partido de Santiago Abascal. Yo entiendo que VOX no quiera regalar sus votos a cambio de nada, que pida respeto para sus votantes. Está en su derecho y debe de hacerlo. Pero otra cosa es que lo tire todo por la borda y fuerce la repetición de las elecciones.
Si llega a ese punto, yo creo que VOX se lanzará al abismo de una pérdida de votos y escaños, como asà ya lo están indicando las encuestas a nivel nacional.
El votante de centro derecha ya ha visto las consecuencias que está teniendo la división de su voto. El castigo al PP ya se lo dieron en las elecciones generales y ahora toca unirse para aguantar unos años de Gobierno de Pedro Sánchez, que serán muy duros en términos económicos y de coste social.
A VOX se le está acabando el tiempo, el 10 de julio es la fecha para el debate de investidura en la Comunidad de Madrid y, si no apoya a Isabel DÃaz Ayuso, empezará a correr el tiempo de descuento para Santi Abascal y los suyos.
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