Si finalmente el próximo día 2 de mayo se disuelven las Cortes y hay nuevas elecciones generales, todos aquellos que han escrito o han opinado sobre el fin de la vieja política, de los dirigentes que ellos llaman inmovilistas, como Mariano Rajoy, y la aparición de nuevas formas de hacer política con dirigentes más jóvenes, como Pablo Iglesias, Albert Rivera o Pedro Sánchez, con un discurso más fresco e innovador, tendrán que repensar mucho si todo esto es verdad.
A día de hoy, y cuando solo faltan dos semanas para conocer el desenlace de este tiempo político, aquí lo único que ha triunfado ha sido el valor de la experiencia. La de un Mariano Rajoy, curtido en mil batallas, superviviente de más de una conspiración interna y externa, que ha dejado hacer a unos impacientes jóvenes políticos que pensaban que llegar al poder era tan fácil como escribir en Twitter o participar en una tertulia de televisión.
Como se está viendo, por mucha hiperactividad que desplieguen, muchas ruedas de prensa que convoquen, muchas manos que estrechen o muchos paseíllos pactados que organicen para vergüenza de los periodistas, hacer política es algo más. Es respetar a los ciudadanos y no decirles cosas que son imposibles realizar. El pacto de gobierno solo es posible si participa el Partido Popular, porque así lo han querido los ciudadanos, todo lo demás son sueños de juventud.
A Mariano Rajoy, que es cierto que causa rechazo en una parte del electorado del Partido Popular y que la corrupción de su partido se le ha ido de las manos, lo han puesto en valor estos jóvenes a los que les falta paciencia. En definitiva, años de experiencia política.
PD. Ayer por la noche la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró que Mariano Rajoy llamará a Pedro Sánchez y Albert Rivera después de la consulta de Podemos sobre el pacto ¿Qué les ofrecerá Rajoy? ¿Podrán rechazarlo?
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