El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se resiste a morir y su instinto de supervivencia ante los barones es digno de admiración. Ayer se sacó otro conejo de la chistera para intentar por todos los medios llegar a la Presidencia del Gobierno con el apoyo de Podemos, ya que de otra manera es imposible.
El complicado y hostil Comité Federal del PSOE, al que tuvo que enfrentarse (al tener en contra a la vieja guardia del PSOE y a muchos dirigentes ante un posible pacto con Podemos y los independentistas) , lo resolvió con un golpe de efecto: el hipotético pacto con Podemos, o con quién sea, lo someterá a la consideración de la militancia. Un referéndum que puede inclinarse a su favor ya que, a priori, parece que las bases del PSOE, están más cerca de su líder que de los barones, aunque eso habrá que verlo.
Desconozco si Susana Díaz, la baronesa andaluza, conocía esta maniobra de Sánchez que, si le sale bien, habrá dejado en la cuneta a la presidenta andaluza ¿Qué dirigente socialista será capaz de cuestionar el apoyo de las bases al pacto?
Díaz se apuntó el primer tanto de este Comité al conseguir que el congreso del partido se celebre cuando ella quiere, antes de que tengan lugar unas nuevas elecciones generales si es imposible que Sánchez o Rajoy no consigan la investidura. Con ello, ganaría tiempo para buscar a un nuevo candidato y dar por finalizada la carrera política del hoy secretario general. Pero supongo que no esperaba esta maniobra de Sánchez.
El secretario general de los socialistas se ha lanzado a la desesperada para intentar legitimar un acuerdo con el populismo y los independentistas, por encima incluso de la desestabilización de su propio partido ¿Cuál será el siguiente paso de la baronesa andaluza? Las espadas siguen en alto.
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