Paloma Cervilla Garzón el 27 ago, 2014 A CiU se le le está viendo demasiado el plumero con el escándalo del dinero sin declarar que el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha confesado que ha tenido escondido en el extranjero durante más de treinta años. Decían que España les robaba y al final el que les robaba era su líder carismático, que no ha pagado los impuestos a los que está obligado. Paradojas de la vida, por no decir otra cosa. Cuando se desveló el pastel, los nacionalistas catalanes miraron para otro lado diciendo que eso era una cosa personal de Pujol, y ahora van más allá y, siguiendo con sus contradicciones, se niegan a que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explique el fraude, cuando en enero de 2013 se desgañitaban pidiendo que Montoro fuera al Congreso a dar cuentas sobre Bárcenas. El martes, durante la reunión de la Diputación Permanente que debatía la petición de comparecencia del ministro para arrojar luz sobre el caso Pujol, el portavoz convergente, Pere Macías, justificaba su negativa a que no está “en el marco de la legalidad”. Sin embargo, esta razón no se esgrimió cuando se trataba de pedir explicaciones al Gobierno sobre la posibilidad de que Bárcenas hubiera regularizado parte de su fortuna mediante la ley de amnistía fiscal. Entonces, Josep Sánchez Llibre, quería que Montoro explicara “ese punto muchísimo mejor, con nombres y apellidos”. ¿Y por qué ahora no quiere que con nombres y apellidos se explique lo que hizo Pujol? España Comentarios Paloma Cervilla Garzón el 27 ago, 2014