Emilio V. Escudero el 19 dic, 2010 Dwight Howard se había quejado durante el verano. Tras otra temporada de decepciones, el pívot de los Magic había visto como todos sus grandes rivales del Este se reforzaban (y de qué manera), mientras los despachos en Orlando seguían a medio gas. Los primeros compases de la temporada demostraron lo evidente. Orlando era un buen equipo, con calidad de sobra para entrar en los play offs, pero lejos de la competitividad necesaria para hacer cosquillas a sus vecinos de Miami o a los Celtics. En un intento por dar un paso adelante en sus aspiraciones, Otis Smith, presidente de la franquicia, cerró la pasada madrugada un traspaso a tres bandas, de esos que tanto gustan en la NBA, que ha devuelto la sonrisa a «Superman Howard». La estrella de los Magic ha visto como llegaban de una tacada cuatro nuevos jugadores. Desde Washington, donde el rookie John Wall le había relegado a la suplencia, aterriza Gilbert Arenas, que tras una temporada casi en blanco por culpa del asunto de las pistolas en el vestuario, llega a Orlando dispuesto a demostrar que le sobra clase y que está listo para ganar un anillo. A cambio, los Wizards se hacen con los servicios del irregular Rashard Lewis, que nunca llegó a ser un ídolo en el sur de Florida. Con Arenas y con Jameer Nelson, el puesto de base está más que cubierto, así que habrá que ver qué pasa en los próximos días con hombres como Jason Williams o Chris Duhon, que podrían salir para traer un hombre alto que equilibre la plantilla. De Arizona llegará una cara conocida como Hedo Turkoglu, al que este año y medio lejos de Orlando no le ha sentado nada bien y que espera recuperar su halo de estrella al amparo de su antigua afición. No lo tendrá fácil, porque tendrá que lidiar con un superclase como Jason Richardson, un «matador», doble campeón del concurso de mates de la NBA, que ya le estaba haciendo sombra en los Suns. La última ficha del traspaso es Earl Clark, un pívot de segundo año, con grandes cualidades, pero al que todavía le falta un mundo para disfrutar de minutos junto a Superman. Pero para que unos entren, otros tienen que salir y por ahí llegan las malas noticias para Howard, que ya no compartirá vestuario con Vince Carter, Marcin Gortat y Mickael Pietrus. Pero eso ya a igual. Lo importante es que Superman ya tiene a su lado al «pistolero» Arenas y al «matador» Richardson, dos piezas clave para hacer frente al «Big Three» de los Celtics y a los «Beach Boys». NBA Comentarios Emilio V. Escudero el 19 dic, 2010