Los Lakers hicieron ayer los deberes al ganar a los Spurs y se quedan a un solo triunfo de la postemporada… o a una derrota de los Jazz, que les valdría de igual forma para disputar los playoffs. En esos dos encuentros, la franquicia de Utah se la jugará lejos de Salt Lake City ante dos equipos incómodos y con marcado acento español: los Timberwolves de Ricky Rubio y los Grizzlies de Marc Gasol. Todo queda en casa.
Supongo que no habrá hecho falta que Pau Gasol haya llamado a su hermano o a Ricky para pedirles ayuda. Que se sobreentiende que, aunque ninguno de los dos se juegue nada, habrá de por medio cierta motivación extra por echar una mano al de los Lakers. Esa “ayudita” bien podría llegar esta noche, cuando los Jazz visiten Minnesota, en un enfrentamiento que se le ha dado bien esta temporada a Utah (3-0, con una diferencia media de 11 puntos por partido). Aún así, el hecho de que sea la despedida de los Timberwolves de su público esta temporada hará del encuentro algo especial para ellos. El adiós a la afición de muchos jugadores que, probablemente no estarán allí la próxima campaña, como Kirilenko o Pekovic, obligará a un esfuerzo extra que podría conllevar la alegría para los Lakers.
Si no es así, todo quedaría listo para el miércoles. La última jornada de la liga regular, en la que los Lakers recibirán a Houston y los Jazz viajarán a Memphis. El duelo en el FedEx Forum está previsto para las 2.00 horas de la madrugada del miércoles al jueves en España, dos horas y media antes de que comience el del Staples Center. Así, de nuevo, los Lakers podrían estar clasificados antes de disputar su partido ante los Rockets. Habrá “transistores” en el vestuario angelino, pero no estará el lesionado Kobe Bryant. De hecho, si finalmente se clasifican para la postemporada, habrá dedicatoria especial para el escolta, responsable principal de la “gesta”, aunque no haya podido contribuir a ella en los dos últimos encuentros.
Será entonces de hablar de quién será el rival en primera ronda (si es que lo hay). Aventurándonos mucho, y si todo va sobre ruedas, los Lakers podrían ser incluso sextos si Rockets y Warriors sufren en los dos encuentros que les quedan. Con ambos tendrían ganado el posible desempate, lo que abriría la puerta a un posible enfrentamiento con los Clippers en primera ronda, mucho más liviano que uno ante los Thunder, que es lo más probable.
Pero bueno, no adelantemos acontecimientos. No juguemos a Aramis Fuster (yo siempre fui más de Rappel, pero bueno) y esperemos a ver qué ocurre esta noche. Si me la tuviera que jugar, diría que Ricky va a ser el ángel de la guarda de Pau, ya que los Jazz apenas han ganado dos de los últimos encuentros a domicilio. Una debilidad que puede ser definitiva en estos dos choques finales.
NBA