«Apesto». Así resumía Kobe Bryant su arranque de temporada, en el que promedia apenas 15 puntos. Una cifra soñada para muchos jugadores en la NBA, pero no para él. No para el gran anotador de la última década. No para el mejor jugador de la NBA después de la retirada de Michael Jordan. El llamado a igualar los seis anillos de la leyenda de los Bulls, que ese sueño más lejos en cada partido que pasa.
Hay que remontarse a su temporada como novato para ver a un Kobe Bryant más errático que el de las dos últimas temporadas. Nunca antes, su acierto de cara al aro había estado por debajo del 40 por cierto. Una lacra para el escolta, al que las lesiones han mermado el rendimiento desde 2013. Esos 15,8 puntos de promedio que Kobe acumula en 2015 se acercan más que nunca a su época como rookie (7,6 puntos en su primer año o 15,4 en el segundo). Aquellas temporadas entre 1996 y 1998 en las que el escolta era un adolescente en busca de minutos. Desde entonces, el jugador de los Lakers ha estado siempre entre los máximos anotadores de la liga y ha conseguido el título de mejor artillero en dos ocasiones (2006 y 2007). Pero más allá del número de puntos, el gran valor de Bryant había estado en su mejoría continua del acierto, siempre rondando el 45 por ciento, superándolo con holgura en 2013, su última gran temporada en la NBA.
Desde entonces, los aficionados de los Lakers esperan una resurrección que no termina de llegar y que, con 37 años cumplidos, muchos dudan ya que llegará. «Es bueno que nos sacudan», reconoce Bryant, cuyo inicio de temporada está al mismo nivel que el del resto del equipo.
Para encontrar las causas de su bajo rendimiento hay que mirar hacia el equipo, pero también hacia él mismo. Por una parte están los Lakers. Un equipo joven y en crecimiento, cuya falta de experiencia explica buena parte de los problemas que atraviesa Kobe Bryant. Sin un funcionamiento correcto, los tiros del capitán angelino son más forzados y eso redunda en su bajo acierto. Por otro lado, están las lesiones. Los problemas físicos que han mantenido casi en el dique seco a Bryant durante dos temporadas y que, superada ampliamente la treintena, han hecho que le cueste más que nunca alcanzar una buena forma física.
Con todo, pocos dudan de que el escolta ya ha puesto toda la maquinaria en funcionamiento para revertir una situación que él mismo ha calificado de vergonzante y que ha llevado a los Lakers a ser el peor equipo de la liga, con cuatro derrotas en los primeros cuatro partidos de temporada, con una media de puntos encajada superior a los 116, la más alta de la NBA.
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