Rueda de prensa del Buesa Arena. Final de la Copa del Rey 2017. El Valencia acaba de caer derrotado ante el Real Madrid en un partido muy disputado y Pedro Martínez comparece ante los medios. La primera pregunta es acerca de la labor arbitral, a lo que el técnico responde que no cree los colegiados hayan influido en la derrota de su equipo. La segunda cuestión -«aunque no quiera hablar de los árbitros, no cree que la última jugada…»- no llega a formularse del todo, porque el técnico la corta de raíz. «Sí que he entrado a valorar la actuación de los colegiados. He dicho que no han influido», respondió el técnico del conjunto naranja ante la atónita mirada de los medios valencianos.
La inquina de algunos sectores del valencianismo contra todo lo que destile olor a Real Madrid quedó patente en esas dos preguntas. Es un odio reciente, aunque radical, que se ha visto obligado a dar un giro inesperado en las últimas horas. Tras perder la Eurocup ante el Unicaja, la única vía que le queda al Valencia Basket para clasificarse para la Euroliga es que el Real Madrid elimine al Unicaja o ganar el título, por lo que la afición naranja se ha teñido de blanco de manera inesperada.
El odio de la afición valencianista por el Real Madrid es reciente. No hace tanto, la visita del equipo blanco suponía un hermanamiento entre aficiones ya fuera en fútbol o en baloncesto (diferentes clubes, pero un mismo sentimiento). Se habla del traspaso de Mijatovic -futbolista del Valencia- al equipo madridista en 1996 como origen de una rivalidad que se fortaleció con el crecimiento deportivo del Valencia de fútbol y de baloncesto. Se pasó de ver al Real Madrid como un equipo amigo a un rival, aunque eso no justifica la furibunda reacción de algunos en la grada de la Fuente de San Luis, en las salas de prensa o en las tertulias de radio.
Como decía, ahora el valencianismo se ha teñido de blanco y lo hará, al menos, durante las semifinales ACB. Mientras el equipo naranja busca la final contra el Baskonia, tendrá un ojo puesto en la otra eliminatoria, en la que si el Real Madrid elimina al Unicaja habrán sacado su billete para la Euroliga. Clasificación que es incluso más importante para el club que el propio título de liga, pues marca la diferencia entre estar con los mejores o volver a disputar una competición cuasi deficitaria como la Eurocup. Quizá esta semana, algunos miren con mejores ojos al Real Madrid…
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