Puede que muchos de ustedes no se hayan enterado, esto es baloncesto y el día a día no trasciende tanto como el del fútbol, pero el fichaje de Mirza Begic ha sido lo más parecido a un «culebrón de verano» de esos que tanto le (nos) gusta vender a la prensa.
Después de varias (muchas, quizá demasiadas) semanas de tiras y aflojas, Ettore Mesina se ha salido con la suya y podrá contar con el gigante esloveno para hacer frente al Top 16. Personalmente, no sé si es la pieza que le hace falta al rompecabezas del Real Madrid, pero lo que está claro es que Begic y sus 220 centímetros de altura aportarán cosas positivas al equipo de aquí al final de temporada.
A falta de que se defina la plantilla (sólo van 12 en la convocatoria y el Madrid ya cuenta con 13 fichas), el conjunto blanco cuenta a día de hoy con siete jugadores que pueden actuar en la pintura (si contamos con que Velickovic es un cuatro y no un tres como pretende Messina), lo que hará al equipo mucho más previsible en ataque y más sencillo de defender para sus rivales. La buena noticia para ellos, es que las eventuales lesiones de Garbajosa y Tomic, que han lastrado el juego del equipo en los últimos partidos, estarán cubiertas de sobra con la llegada del esloveno.
A sus 25 años, el pívot es ya un clásico de la Euroliga, competición que ha disputado con el Union Olimpija en dos ocasiones, y que este año ha jugado con Zalgiris (promedios de 7.5 puntos, 4.3 rebotes), el club que le ha intentado retener hasta el último minuto.
Begic abandonó Lituania antes de Navidad y se declaró en rebeldía. Aducía una deuda con su agente para no volver a entrenar con el equipo, en busca de una salida hacia Madrid, que ya había alcanzado un acuerdo con él para lo que restaba de temporada y dos más. La idea de Herreros era conseguir que el fichaje le saliera gratis al Madrid, que no anda boyante en materia económica tras el fichaje de Suárez, pero al final, el conjunto blanco tendrá que desembolsar algo más de 500.000 euros al Zalgiris, una cantidad irrisoria si hubiera que pagársela al Hamburgo por Van Nistelrooy, pero que ha supuesto un enorme esfuerzo para la sección de baloncesto.
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