La derrota ante el UCAM Murcia dejó casi sentenciado ayer al Movistar Estudiantes. El club madrileño, víctima de una mala planificación de la temporada, puede confirmar esta noche su descenso si ganan Manresa y Obradoiro, pero ¿realmente corre peligro de descenso?
En los últimos años, la ACB se ha confirmado como una liga cerrada. Apenas dos equipos nuevos desde 2012 y uno de ellos, el CB Canarias, tras comprar la plaza al Alicante. En resumen, solo el Morabanc Andorra ha conseguido superar la criba deportiva de la LEB Oro y reunir los requisitos (económicos en su mayor parte) para formar parte de la liga. En estos cuatro años, GBC y Manresa se libraron del descenso en dos ocasiones, mientras que Fuenlabrada, Valladolid y Estudiantes lo hicieron en una ocasión. Un alivio que, visto lo visto, solo sirve para enderezar los proyectos en contadas ocasiones y que conduce al fracaso año tras año a los mismos equipos.
Esta temporada, consumado el descenso del GBC (una vez más), es el Estudiantes el que más papeletas tiene para jugar en la LEB junto a los vascos. Esta vez, parece que los malos augurios son más reales, después de que el ministro Méndez de Vigo haya tomado cartas en el asunto para librar del canon ACB a los equipos ascensores.
¿Qué es el canon ACB? Es la principal traba que evita que haya ascensos deportivos de manera habitual desde 2012. Son los 3,7 millones que todo nuevo equipo (que nunca haya jugado antes en la ACB) debe pagar en concepto de entrada y que, a día de hoy, resulta imposible de conseguir para los recién ascendidos. Ahí se estrellaron las ilusiones de Orense o Burgos, entre otros, que tras ganar su plaza deportiva nunca pudieron disfrutar entre los grandes.
En abril, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) abrió un expediente a la ACB y le instó eliminar ese canon para favorecer la libre competencia, en la enésima carta jugada por los clubes modestos para presionar a la patronal, que desistió de esa idea tras una Asamblea General Extraordinaria. «Presentaremos alegaciones al expediente abierto por la CNMV y propondrá todas las pruebas que crea necesarias para la defensa lícita de sus intereses», señalaba en un comunicado.
En ahí donde residen ahora mismo las esperanzas del Estudiantes y del GBC (y de buena parte de la zona más modesta de la ACB), principales beligerantes para mantener esa traba que les asegure, año tras año, su presencia en la mejor liga. La única que garantiza, en muchos casos, la viabilidad de un club de baloncesto profesional.
Visto lo visto en las últimas semanas, y la presencia del ministro en medio del conflicto, pinta feo para la ACB, que parece que deberá dar marcha atrás y abrir la mano a regañadientes. Eso, ascendería de manera automática al Quesos Cerrato Palencia y abriría la puerta a uno de los cuatro equipos que aún luchan por la segunda plaza de ascenso (Burgos, Huesca, La Coruña o Melilla.
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