Dirk Nowitzki se recupera de la sinusitis que mermó su juego en el cuarto partido y está listo para reaparecer esta noche tras un menú de sopa de pollo y té caliente.
“El día del cuarto partido, apareció en el entrenamiento de la mañana como un fantasma. Le mandamos para el vestuario y después para su casa, repleto de medicamentos. Antes del partido, nadie sabía que iba a pasar”, apunta Donnie Nelson, el presidente de operaciones de baloncesto de los Mavericks. Lo que pasó, fue que Nowitzki selló el triunfo de Dallas, el empate de la serie, con una canasta fabulosa a falta de 14 segundos. Se quedó en 21 puntos y 11 rebotes, falló muchos lanzamientos, pero jugó casi todo el partido, a pesar de los casi 39º de fiebre que sufría en esos momentos.
Pasado el trago, el alemán se marchó para casa con un menú específico: sopa de pollo, té caliente y descanso. Mucho descanso para estar listo para el choque de esta noche. “Si no logramos que Dirk vuelva, si él no está en la cancha, no hay nada que hacer”, apunta Nelson en declaraciones a AP.
Esa misma tarde, tal y cómo reconocen desde la franquicia, Nowitzki ya estaba lanzando tiros libres y haciendo trabajo específico, “sin quemar muchas energías”. La fiebre, casi superada, no es su único problema. También tiene tocado el índice de su mano izquierda, pero no pasa nada. “Esto son los play offs. Durante un mes o mes y medio, vivimos en el precipicio cada noche. Pensando, comiendo, respirando y durmiendo baloncesto… y eso es lo divertido de los play offs. Solo queda una semana más”, reconoce el alemán, que ya tendrá tiempo de recuperarse cuando pasen los dos (quizá tres) partidos que aún le restan de competición.
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