A pesar de que los cazadores de planetas se han cobrado ya cerca de 4.000 “piezas”, nadie ha conseguido hasta ahora presentar de forma segura el hallazgo de una exoluna. Mundos de todas clases inundan los catálogos de los astrónomos, y las cifras no dejan de crecer. Planetas acuáticos, gaseosos, rocosos, helados, ardientes, incluso hechos de diamante… Pero ni una sola luna alrededor de ninguno de ellos.
Sin embargo, según un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell, en Nueva York, el Universo podría estar, literalmente, inundado de objetos solitarios que nacieron como lunas, pero que fueron violentamente expulsados de sus sistemas por sus convulsos anfitriones planetarios. La investigación acaba de aparecer en arXiv.org.
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Ciencia