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Un diario británico acusa a Juan Luis Arsuaga de “distorsionar la teoría de la evolución humana”

José Manuel Nieves el

El periódico The Guardian utiliza un estudio del prestigioso investigador Chris Stringer para justificar una supuesta hostilidad británica hacia los científicos españoles.

En un artículo publicado ayer por la mañana en su página web, el diario británico "The Guardian" acusaba en su titular a científicos españoles de "distorsionar la teoría de la evolución humana con huesos mal datados". El artículo, referido al yacimiento de la Sima de los Huesos de Atapuerca, afirmaba que Juan Luis Arsuaga y su equipo "se han pasado en 200.000 años (al calcular la antiguedad de los fósiles) e incluso se han equivocado al asignar la especie".

El rotativo británico, después de admitir que la Sima de los Huesos "es el yacimiento paleontológico más importante de Europa", se refería a un estudio del prestigioso experto británico Chris Stringer, recién publicado en Evolutionary Antrhropology, para afirmar que la edad de los fósiles de la Sima está equivocada en unos 200.000 años y que, además, esos fósiles están asignados incorrectamente a la especie "Homo heilderbergensis".

Stringer es de la opinión de que los restos de la Sima no pueden tener más de 400.000 años. "La diferencia -afirma Stringer en The Guardian- tiene implicaciones de crucial importancia para entender la evolución humana". El artículo está articulado de tal forma que parece que existe una animadversión personal de Stringer hacia Arsuaga, y desde luego de la ciencia británica hacia la española. Algo que ambos investigadores desmintieron ayer para ABC.

Desde que la Sima de los Huesos empezara a excavarse sistemáticamente en 1990, han aparecido restos de por lo menos 28 individuos diferentes, lo que convierte el lugar en el mejor yacimiento de fósiles humanos jamás encontrado en la historia. "Durante este tiempo -dice The Guardian- Arsuaga y su equipo han ido empujando hacia atrás las fechas de sus fósiles hasta los 600.000 años de antiguedad, y los han asignado como pertenecientes a la especie Homo heilderbergensis. Esta datación y esta identificación ha causado un creciente disgusto entre otros paleontólogos. Los científicos de la Sima creen que Homo heilderbergensis es un antepasado de los neandertales pero no de Homo sapiens (nuestra propia especie). Otros, sin embargo, incluído Stringer, creen que por supuesto se trata también de un antepasado de nuestra especie".

"El problema -afirma Juan Luis Arsuaga en una entrevista telefónica con ABC- es que los científicos no nos ponemos de acuerdo en lo que es un Homo heilderbergensis". En efecto, el holotipo de la especie (el ejemplar sobre el que se realiza su descripción) es una única mandíbula, la de Mauer, descubierta en 1907 en la localidad alemana que le da nombre y que está datada en unos 600.000 años. "Una sola mandíbula ofrece demasiado poca información como para ser fiable, por eso hay varias interpretaciones de lo que es, o de lo que debe ser, un Homo heilderbergensis".

"Cuando encontramos los primeros fósiles de la Sima -recuerda Arsuaga- pensamos que era mejor asignarlos a esa especie, que estaba disponible, que nombrar otra nueva. Lo hicimos así para no añadir más confusión al árbol de la evolución humana, que ya está lo bastante confuso, pero tanta controversia nos está haciendo pensar muy seriamente en que deberíamos decidirnos a nombrar una nueva especie, el ´Hombre de Atapuerca´, para zanjar la discusión de una vez por todas".

Recordemos que, unos años después del hallazgo de los primeros restos de la Sima, apareció en Gran Dolina, otro de los yacimientos de Atapuerca, un homínido aún mucho más antiguo: Homo antecessor, datado en unos 900.000 años. "Antecessor sí que es un antepasado común de sapiens y neandertales -explica Arsuaga-. Pero heilderbergensis sólo se parece a los segundos, y no tiene rasgos de nuestra propia especie. Stringer cree que Homo heidelbergensis fue el antepasado común entre sapiens y neandertales. Pero nosotros tenemos un candidato mejor, que es Antecessor".

En cuanto a la datación, Arsuaga afirma que "sólo podemos decir con certeza lo que hemos dicho siempre: que los restos de la Sima de los Huesos tienen más de 300.000 años, y eso lo sabemos por la datación directa de los fósiles. Luego hay todo un mundo de evidencias geológicas, entre ellas una estalagmita de 500.000 años de antiguedad, que sugieren que los fósiles podrían ser más antiguos, pero no podemos estar seguros, porque las dataciones en la Sima son muy difíciles de realizar. Hemos publicado toda la geología de la Sima habida y por haber, llevamos 20 años haciendo dataciones con todos los métodos conocidos y ahora estamos a punto de publicar una nueva tanda. Es decir, seguimos investigando y buscando la mejor forma de datar el yacimiento. Pero nunca hemos dicho que los restos de la Sima tengan 600.000 años".

En todo caso, Arsuaga insiste en que no hay ninguna polémica con Chris Stringer. "He leido el artículo científico y es tremendamente elogioso con nosotros y con nuestro trabajo. No hay ninguna polémica entre él y yo. Al contrario, somos muy amigos. Otra cosa es que cada autor tenga sus propias teorías e intente argumentarlas. Yo, por ejemplo, creo que la especie de los restos de la Sima debería seguir siendo heilderbergensis, porque esa especie está en la línea evolutiva de los neandertales. Yo no les llamaría directamente neandertales, como hace Stringer, porque no le daría ese nombre a algo que todavía tiene que evolucionar durante cientos de miles de años para convertirse en un verdadero neandertal. Pero eso no es importante".

"Sobre el nombre -prosigue Arsuaga- cada uno puede tener su propia teoría. Además, el hecho de que tenga 400, 500 o 600 mil años no tiene implicaciones directas para la especie. Sólo cambiaría la fecha del origen de los antepasados de los neandertales. Aparte de eso, en general estoy de acuerdo con el artículo de Stringer, del que sólo discrepo en algunas consideraciones. Y es precisamente a base de estas discrepancias como avanza la ciencia. Con Stringer no hay polémicas, ni carnaza, como quiere dar a entender The Guardian".

Para dejar completamente clara la cuestión, el propio Chris Stringer envió un email a Arsuaga, que resuminos a continuación: "Si, se trata de un titular desafortunado (y ya he tenido el mismo comentario de muchos otros) que hace que parezca una acusación personal (y/o una disputa nacional entre Gran Bretaña y España), en lugar de una simple discusión científica con diferentes puntos de vista. Estoy escribiendo ahora (por ayer) un artículo para la web del Museo de Historia Natural en el que trataré de explicar que el equipo de Atapuerca ha argumentado su punto de vista de forma científica y basándose en sus propias evidencias, y que nosotros no estamos de acuerdo sobre la forma de interpretar esas evidencias. Eso es todo. ¡Yo no les he acusado de nada!"

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