ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Música para la NASA. por Álvaro Alonso

Lujazo de concierto anoche de Germán Salto en Madrid

Lujazo de concierto anoche de Germán Salto en Madrid
Álvaro Alonso el

Fue anoche una jornada para enmarcar en la sala Wurlitzer Ballroom de Madrid. German Salto presentaba en los aledaños de la Gran Vía su álbum de debut, “Salto” (2015), con un diseño a cargo del ilustrador José Fragoso, excelentemente producido por Rams & Martí en los Estudios Reno y Tough Sound Studio, diez piezas que destilan una pasión por el rock & roll y un saber hacer digno de un orfebre que no dejó indiferente a ninguno de los aficionados a la buena música allí congregados.

En formato quinteto, con tres guitarras eléctricas, bajo y batería, desgranaron las diez canciones del elepé, todas ellas deslumbrantes, para finalizar con ese tema que parece salido de los mismísimos dedos de McCartney, llamada “S.O.S.”.

En efecto, los Beatles es un referente en la música de Salto, al igual que los Beach Boys del “Pet Sounds”, que homenajea brillantemente en “Walter Freeman”, un tema que si buceamos en la letra se desvela además como un fascinante viaje a la cámara de los horrores de aquel médico monstruoso, el Dr. Freeman, al que descubrieron en su estudio rodeado de cabezas lobotomizadas.

Es digno de mención las letras de las composiciones de Salto, en un inglés de una calidad poco común en los grupos españoles. Entre sus líneas se descubre más de una sorpresa, como en la rocanrolera “Ernie The Falconer”, que está basada en la historia real de un halconero del aeropuerto de Belfast cuya desidia produjo un terrible accidente aéreo.

A lo largo de hora y media de concierto la banda de Salto fue intercalando temas más vigorosos, como la compleja “Hold On” y su endiablado final de guitarras rizomáticas, o “Girl”, que es el primer single (muy nuevaolero) extraído del elepé, con piezas acústicas que remiten al encuentro entre el folk y el rock de finales de los sesenta, como la inspirada “Thre ain´t  no time”; o “Lonesome Bird”, el tema que cierra el disco dejando ecos del Elvis Costello más íntimo.

Comenzaron suaves, desenchufados, con “Monster”, demostrando en directo que la voz de Salto no pierde los matices y colores grabados en el estudio, para terminar endiabladamente eléctricos, homenajeando a los Allman Brothers en un solo apabullante de guitarras de blues rock.

Germán Salto ofreció a los parroquianos una lección de rock & roll con aristas, ángulos y recovecos de gran riqueza cromática. No faltaron las versiones a los ídolos, en concreto se defendieron bien con “Victoria” de los Kinks, y mejor aún con uno de los famosos descartes de The Band, “Get Up, Jake”. Y hasta hubo sitio para presentar canciones nuevas a grabar en agosto, como la prometedora “Signs”. En definitiva, un lujazo de concierto de un artista de altura.

 Después, con el vinilo debajo del brazo, intentaba encontrar qué era aquello que diferenciaba a Salto del resto. Creo que Salto presenta un olfato especial para hallar las mejores melodías, para hacer grandes canciones, redondas, como “Till The Morning” y su aroma al mejor Tom Petty; o “Between the Lines” y su aceleración de despegue a lo TFC hasta alcanzar la velocidad de crucero.

Mientras, ay!, las grandes compañías discográficas aún no se han enterado de que en Germán Salto se esconde una auténtica mina de oro.

 

 

ArtistasEstilos musicalesOtros temas

Tags

Álvaro Alonso el

Entradas más recientes