Nubarrones sobre la cumbre
La Cumbre UE-América Latina, sin embargo, se tropezó, sin embargo, con la crisis hondureña. España no podía hacer otra cosa invitó a participar en la reunión a Porfirio Lobo, presidente elegido por los hondureños en noviembre pasado. El problema surgió porque Brasil y los países de la órbita bolivariana, junto a alguno más, no estaban dispuestos a sentarse en la misma mesa que un señor al que no reconocen, porque consideran salido del golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya.
España trató de evitar el boicot, que supondría un mazazo a la cumbre. Confiaba en que, finalmente, Lula y los seguidores de Hugo Chávez, terminarían por aceptar la presencia de Lobo. Pero no fue así. La decisión de no viajar a Madrid, si lo hacía también Lobo, tomada el lunes pasado en la reunión de Unasur, sorprendió al Gobierno español, que había hablado con los brasileños, y no esperaba una postura tan dura por parte de Lula, el principal instigador de la amenaza de plante.
El Gobierno de Zapatero se vio obligado a aceptar el chantaje y a pedir a Lobo que renunciara a participar en la cumbre y se limitara a acudir a la de la Unión Europea con Centroamérica, al finalizar la general eurolatinoamericana. Lobo aceptó, en un gesto que desvela la buena disposición del mandatario hondureño, a quien los países iberoamericanos harían bien en dar un mayor apoyo en lugar de ponerle palos en las ruedas. Lobo no lo tiene fácil en su país y el apoyo internacional es urgente.
De todos modos, si ese nubarrón se ha disipado, -en parte, porque no es difícil aventurar que el asunto coleará en la cumbre- otros aparecen en el horizonte de la reunión. Es posible que, además de ratificar los acuerdos de libre comercio con Perú y Colombia, se pueda avanzar e incluso llegar a un acuerdo de asociación entre la UE y Centroamérica, pero más dificultades presenta el inicio de negociaciones para un acuerdo UE-Mercosur.
Francia ha reaccionado al anuncio de la Comisión Europea de relanzar las negociaciones con ese bloque, como también pretende España, advirtiendo de que se opondrá a ello.
El ministro de Agricultura francés, Bruno Le Maire, ha dicho que los Veintisiete deben condicionar la conclusión de un acuerdo con Mercosur a que antes se cierre la ronda de liberalización comercial de Doha. Según él, esas negociaciones "corren el riesgo de poner en cuestión la agricultura francesa y europea".
P. D. Sólo unas horas después de publicar este post, la Comisión Europea anunció que las negociaciones para un acuerdo de asociación con los países centroamericanos -Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá- han quedado "en suspenso" por la falta de avances en los intentos por resolver "varias diferencias pendientes" en el capítulo comercial. "Desafortunadamente, las negociaciones comerciales entre la UE y Centroamérica han sido puestas en suspenso porque no ha sido posible resolver una serie de diferencias pendientes", informó el portavoz comunitario de Comercio, John Clancy.
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