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Yihadistas, Marruecos y Ceuta y Melilla

Yihadistas, Marruecos y Ceuta y Melilla
Luis Ayllón el

El Real Instituto Elcano acaba de publicar un nuevo informe de los investigadores Fernando Reinares y Carola García-Calvo que lleva el sugerente título de Marroquíes y segundas generaciones entre los yihadistas en España’ y que pone de relieve, entre otras cosas que el yihadismo global ha dejado de ser, en España, un fenómeno fundamentalmente relacionado con extranjeros. “Su componente autóctono -dicen los investigadores- ha adquirido, coincidiendo con la movilización yihadista de alcance mundial y sin precedentes que se inició en 2012, una magnitud cercana al foráneo”.

Hace un par de años, Ignacio Cembrero, posiblemente el periodista español que mejor conoce la realidad de Marruecos, publicó su libro ‘La España de Alá’, en el que realizaba un detallado repaso a la presencia de musulmanes en nuestro país y daba cuenta de la existencia en el Ministerio del Interior de un mapa de la radicalización islámista, concentrada en algunas provincias catalanas y en Ceuta y Melilla.

Reinares y García-Calvo subrayan ahora en su interesante y documentado estudio que el componente foráneo del yihadismo lo configuran básicamente individuos nacidos en Marruecos y sobre todo en la región del Rif, mientras el componente autóctono procede principalmente de individuos nacidos en las ciudades de Ceuta y Melilla, en el entorno rifeño, así como en Cataluña. Y, en cualquier caso -indican-, “hablar hoy de yihadistas en España es hacerlo sobre todo de marroquíes y de segundas generaciones, un tercio de los cuales tiene la nacionalidad marroquí”. Siete de cada diez yihadistas detenidos o muertos en nuestro país entre 2013 y 2017 eran de origen marroquí.

De ahí que la colaboración de las Fuerzas de Seguridad y los Servicios de Inteligencia españoles y marroquíes sea vital. España y Marruecos tienen pendiente la celebración de una nueva Reunión de Alto Nivel (RAN), que siempre es un buen momento para sentar las bases políticas de un reforzamiento de la cooperación. Claro que, para ello, será preciso que antes de produzca la repetidamente aplazada visita de Estado de los Reyes a Marruecos.

Pero más allá de esa colaboración, es significativo que, en el informe del Elcano se advierta del crecimiento de la radicalización de marroquíes de segunda generación, es decir de personas nacidas en España, y se llama la atención sobre el hecho de que “es más fácil que alguien con origen marroquí se implique en actividades terroristas si reside en España que en Marruecos.” “Lo cual – se añade- sugiere un problema en nuestro país con el acomodo de segundas generaciones y apela a prevenir eficazmente la radicalización violenta”.

Y otro dato que debería ser tenido muy en cuenta. Casi las tres cuartas partes de los yihadistas muertos o detenidos entre 2013 y 2017 y nacidos en España son de Ceuta (un 44,4 por ciento ) y de Melilla (un 28,6 por ciento).

El informe ofrece algunas explicaciones: “Tanto en Ceuta como Melilla hay barrios, especialmente el del Príncipe Alfonso en la primera de esas dos ciudades o la Cañada de Hidum en la segunda, cuyas insólitas condiciones de segregación espacial y marginalidad social han propiciado la penetración, a lo largo de las últimas dos o tres décadas, de corrientes fundamentalistas del credo islámico entre la población de origen casi exclusivamente marroquí que vive en esos distritos, incluyendo el salafismo en general y el salafismo yihadista en particular. Falta de urbanización, chabolismo, desempleo, analfabetismo y delincuencia denotan una ausencia efectiva de autoridad estatal que se manifiesta incluso en la imposibilidad de que las fuerzas y cuerpos de seguridad desarrollen en dichas barriadas las funciones que son de su competencia, debido a la hostilidad e incluso agresividad con que son recibidas por sus habitantes, quienes tienden a percibir la situación en que viven como discriminatoria”, indican los investigadores.

“Por otra parte -añade el estudio-, se sabe que, a finales de 2013, casi un 40% de los ya para entonces más de 800 yihadistas marroquíes que se habían trasladado como combatientes terroristas extranjeros a Siria procedían de localidades ubicadas en las regiones marroquíes que circundan a Ceuta y Melilla. En ambas ciudades tenían presencia cuatro de las seis redes yihadistas transfronterizas que, entre enero de 2013 y diciembre de 2017, fueron objeto de ocho de las 11 operaciones antiterroristas desarrolladas conjuntamente entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) españoles y sus equivalentes en Marruecos. Melilla estuvo afectada por tres de aquellas redes y Ceuta por dos de ellas, aunque uno de los entramados contaba con elementos en ambas a la vez”.

Marruecos
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