Mucha gente trabaja desde casa. Internet, los trabajos como freelance y la conciliación de vida profesional y personal han dado lugar a muchas oficinas en casa. Muchas de ellas, se sitúan en ese “corazón” que a veces es la cocina.
Los espacios de diseño se alternan con otros más rústicos. La cocina es un buen signo del estilo de su dueñ@. El despacho también.
Desde las opciones más sofisticadas a las más industriales, es una buena solución para aquellas personas que deseen estar cocinando, trabajando y con un “ojo” en la vida casera.
En Estados Unidos es una alternativa más habitual que en España, por varios motivos. El primero, es que rara vez se fríe con mucho aceite, con lo cual el espacio está más libre de olores fuertes.
Otra razón lógica es que en U.S.A. las cocinas suelen ser de gran tamaño, poseer una barra para desayunos y a menudo están conectadas con el salón, convirtiéndose en la pieza principal de la casa.
El hecho de que en los años 40 la mujer estadounidense comenzara a trabajar y tuviese que compatibilizarlo con el cuidado de la familia, hizo que se desarrollara una cierta tradición de despachos en la cocina. En España, por el contrario, hubiera sido impensable e innecesario en esa época.
El despacho en la cocina no es una mala opción para aquellos que necesiten metros cuadrados. El orden será especialmente importante en estos casos. Decoración en tiempos de crisis.
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