Giambattista Valli no ha descubierto la pólvora. Ni siquiera ha creado un nuevo tipo de vestido o abrigo. Pero, en esta era del feismo y la exageración ha sabido crear modelos delicados de primera calidad que favorecen a las señoras que los llevan. Esta última cuestión, tan olvidada a veces, le ha colocado al comienzo de la lista de favoritos de las señoras conocidas.
Aunque al principio tuvo ramalazos exagerados, Giambattista comprendió pronto que le merecía la pena ser un toque más elegante si quería conseguir a las señoras top a nivel mundial.
Conquistó a mujeres discretas con sus vestidos más recatados, tal y como fue el caso de Brooke Shields.
La original y exigente Clotilde Courau, casada con Manuel Filiberto de Saboya, ha confiado en Valli en más de una ocasión. Buena prueba de fe, ya que ella no aceptaba nada de Chanel para abajo.
Diane Kruger, habitualmente discreta y sobria, ha escogido modelos de Giambattista para varios de sus últimos paseos por la alfombra roja.
Incluso Halle Berry, ha llevado recatados y elegantes modelos de Giambattista Valli para varios actos que requerían quitarse el chandal y las chanclas…
Pero quizás las que más han lanzado a Giambattista Valli a las alturas hayan sido la Reina Rania, gran embajadora de la moda árabe, pero muy aficionada a las marcas romanas, milanesas y parisinas de primer orden y Carlota de Mónaco. Un buen espaldarazo “Real”.
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