Los japoneses no saben que hacer: acaban de recibir -por sorpresa- 10 días de vacaciones inesperadas por la abdicación de Akihito y la sucesión al trono de Naruhito.En un país donde todo se planifica al detalle y donde antes de la Segunda Guerra Mundial no existían vacaciones reguladas, los japoneses no parecen saber que hacer con esta súbita autorización.Desde luego, esto en España no ocurriría. En cualquier caso, entre el 27 de abril y el 6 de mayo, los japoneses ya iban a disfrutar sus habituales vacaciones de la temporada, llamadas la Semana Dorada.
Esta sucesión de festivos, que se celebra cada año alrededor de las mismas fechas, es la pausa laboral generalizada más larga para muchos nipones y dura alrededor de una semana.Se espera que un mínimo de 7 millones de japoneses viajen al extranjero estos días, a destinos como Hawai y Europa.
Así que les sugerimos una semana larga e inolvidable en cualquier lugar de nuestro país.