Hace más de 20 años que Prada había intentado entrar en Barcelona, aterrizando en la zona del puerto olímpico en el fracasado Mitsukoshi. Los japoneses debieron pensar que podían exportar su concepto de mini-gran almacén de lujo a cualquier sitio, sin informarse bien del lugar adecuado, el momento ni los condicionantes. Por eso, los japoneses no son especialistas del retail fuera de sus fronteras.
Prada se asustó por el cierre, sin pensar que más que un rechazo a Prada era un rechazo a un pequeño- gran almacén extranjero en un momento previo a una fuerte crisis. Cuando se estudiaba la apertura de MiuMiu en el Paseo de Gracia hace tres años, yo estaba a cargo de la marca globalmente y apoyé con seguridad la apertura en la ciudad Barcelona. Pero Prada, hermana mayor de MiuMiu, no se lanzó por miedo. Visto que fue un éxito rotundo, Prada se ha zambullido en la piscina, en uno de los pocos casos en los que Prada abre después que MiuMiu.
Sus tiendas, con suelo en damero, paredes de verde menta y pomos dorados antiguos, son siempre una delicia para el visitante. Se compre o no se compre. Prada ha elegido abrir en el Paseo de Gracia un tiendón de 1200 metros cuadrados, uno de los espacios más amplios que posee en Europa. Bien hecho. La ciudad Condal tiene habitantes con buen gusto y turistas extranjeros para llenarla durante todo el año. La apertura coincide con el lanzamiento de la campaña Resort 2014, fotografiada por Steven Meisel. Benvenuti. www.prada.com
EstiloModaViajes