Cierto es que por ahora el común de los mortales ha demostrado reducir sus compras de moda, escoger prendas para estar en casa de más nivel o renovar únicamente algunos básicos necesarios. Pero en primavera, se esperan algunos cambios en esta tendencia.
1. Mucha gente estará cansada de vestir con Athleisure durante más de un año y le apetecerá arreglarse un poco más para salir, si es que se puede. Y si no se puede, también.
2. Aunque la mitad de los consultados en encuestas del sector revelan que si la vida social vuelve a la normalidad el año que viene seguirán limitando su guardarropa a lo que ya tienen, un 23% indicó que estaba deseando comprar nueva ropa. Ese 23% crea luego un efecto multiplicador cuando l@s demás se van quedando con estilos más pasados de moda.
3. No obstante, aunque se trate de piezas sofisticadas, el verano que viene se venderán prendas en materiales cómodos y agradables, neopreno, tejidos técnicos y algodón.
4. El “luxe casualwear”, con una mayor formalidad en prendas de sport, traerá faldas de tubo en tonos y materiales novedosos, pantalones cómodos de corte más depurado y una selección de piezas curiosas e inesperadas.
5. El calzado reinante siempre será más cómodo y casual, incluso con ropa más vestida.
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