Sin comerlo ni beberlo, Imelda Marcos ha vuelto a la más rabiosa actualidad, patrocinando involuntariamente una prestigiosa marca de zapatos.
La realidad es que Imelda jamás ha desaparecido de la escena filipina. Sigue siendo política en ejercicio representando la región de Ilocos Norte desde las elecciones de 2010, apareciendo con frecuencia en entrevistas, programas de radio y actos públicos, con una popularidad que hace palidecer a los demás políticos filipinos. Esta vez, ha vuelto al mundo de la zapatería de “luxe”. ¡Lo sabía! Antes o después, el asesino vuelve al lugar del crimen.
Imelda Remedios Visitación Romuáldez Trinidad, a sus lustrosos 84 años, no pierde comba. Esta ex-Primera Dama,”Madre de la Nación”, política, empresaria, diplomática, celebridad, diseñadora, comunicadora, Miss, señora de su casa, compradora compulsiva e icono de la moda filipina, se quedó viuda del que fuera Presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, hace más de 20 años. Ya en la época de su mandato, se sabía que el jefe era ella. Al fín y al cabo, la “Mariposa de Acero” había sido una niña bien de familia de origen español y japonés, que en su día enamoró al simple de Ferdinand, entonces un congresista de segunda. Le tuvo a raya desde que se casaron, pero Marcos sabía que para sus ambiciones de índole político, una belleza de buena familia al lado le vendría de perlas. El pueblo casi siempre pide una “Evita”.
A Imelda le pueden los zapatos, lo sabemos todos. Después de dar la nota durante décadas por sus vestidores cargados de calzado de lujo en un país del tercer mundo, ha vuelto a las andadas patrocinando de manera involuntaria la estupenda marca de zapatos Charlotte Olympia que -por cierto – pertenece a la “ex-cuñada” de Carlota de Mónaco, Carlota Olympia Delall. Carlota Olympia, hermana de Alex Delall, cuenta con celebridades como Kate Moss, Olivia Palermo o Daphne Guiness entre sus clientas.
Imelda ha aparecido en unas fotografías informales admirando la nueva colección de Charlotte Olympia, más concretamente unas bailarinas con una carita de gato bordada, las “kitty flats” de 550 euros, una horterada más bien cara y nada habitual en la marca. En cuestión de minutos les han hecho tener una repercusión gratuíta increíble a través de las redes. Ni la mejor publicidad hubiera resultado tan viral. Pensabamos que Imelda estaba retirada, pero nada, hasta la muerte. Por esos misterios de la vida, Imelda sigue siendo una estrella de la comunicación y de la moda mundial. Si es que…
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