Si hay que dar gracias a Dios por el fin de la pandemia y el avance de las vacunas con una procesión habrá donde elegir. Hay esperanzas fundadas de ver a la Virgen del Carmen en las calles del Córdoba el 16 de julio y quizá de acudir al Tránsito como cada 15 de agosto, pero parece más que seguro, al menos según lo avanzado por el consejero de Salud, que habrá al menos cinco en septiembre, y es probable que con costaleros, bandas y sin mascarillas a no ser que haya alguna recaída. Que nunca se sabe con este Gobierno.
Habrá entonces variedad con un rosario de advocaciones queridas y en muchos casos tan tradicionales que pueden presumir de haber mantenido la llama de la devoción cuando tantas de penitencia no sobrevivían. Ha querido la Providencia que sean Ellas las que reestrenen el aire de Córdoba. Los que piensan que una procesión es sólo aquello en que se ve venir un cimbrear de plumas en los cascos de los romanos podrán salir a la calle y encontrarse con que hay otra manera de rezar y de sacar a las imágenes a la calle.
Quienes hayan soñado con acontecimientos históricos para celebrar que la población ya no está amenazada por el Covid los tienen a la vuelta de la esquina: en septiembre podrán salir a la calle, encontrar a imágenes en sus pasos por primera vez en un año y medio largo, acompañarlas y pensar que lo que empezó en la Cuaresma partida de 2020 no fue más que un mal sueño. Si lo que han echado de menos en este tiempo es la normalidad la tienen a la vuelta de la esquina: para los cofrades de Córdoba septiembre es Fuensanta, Divina Pastora, Villaviciosa, Victoria y Socorro, y algunos rosarios en la calle, cuando ya las tardes son muy cortas.
Habrá quien tenga la idea genial de recuperar las Semanas Santas perdidas y sacar de foco a estas procesiones que salen en sus días, como si no fueran bastante para tanta hambre acumulada. En ese caso habría que animar a las otras glorias que tampoco han podido salir este tiempo a buscar un hueco en otros días y dar gracias también ellas, porque no suelen ser aficionadas a las extraordinarias. Fátima, la Cabeza y Linares podrían salir quizá al principio de la Cuaresma, la Virgen de los Ángeles de gloria en febrero y el Rocío y el Carmen de Puerta Nueva quizá para el domingo de Laetare, cuando la liturgia permite más alegría. Será estupendo escuchar a quienes se quejen de que invaden la Cuaresma y el sitio de las penitencia y que las cosas hay que hacerlas en su momento.
Liturgia de los días