1. Sin mudanza
Dos cofradías cambiaron de casa el año pasado, por desalojo forzado. Ahora hay alguna que intenta buscarse la vida extramuros de la ciudad antigua, donde está todo contado y no hay oxígeno para seguir creciendo, pero para eso necesita un «sí» que no parece querer llegar.
2. Volver
Ahora que la Agrupación quiere volver a replantearse lo del Cofrade Ejemplar, no faltará quien se pregunte si tendrá que ver que uno de ellos esté por estos tiempos pensándose en hacer una «rentrée», aunque casi más por falta de relevos jóvenes que por vocación real.
3. Un respiro
Digan lo que digan, y aunque medien años y años, parar nunca está mal para pensar en lo que uno está haciendo y en si merece la pena hacerlo. Por eso a veces no es mala idea dar marcha atrás, aunque, eso sí, en la segunda oportunidad ya habrá que dar el paso seguro.
4. Escuela
Para que luego digan de si es elitista y de si siempre están los mismos, y para desmentir que las de negro no están de moda, al Santo Sepulcro se le nota a través de las redes sociales que está empezando a mover bien a su gente joven. Inmejorable escuela.
5. Naranjos
El loro no para últimamente en casa. Curioso como es, dice que no se acostumbra a que allí ya no se hable de lo que le interesa. Así que vuela y se queda entre naranjos, allí donde preparan un Lunes y un Martes Santo. «Aquí sí que me entero de todo lo que se decide», dijo.
