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Tony G, de odiado jugador de póker a europarlamentario

Tony G, de odiado jugador de póker a europarlamentario
Federico Marín Bellón el

El lituano Antanas Guoga, Tony G para los enemigos, que son una legión, ha sido elegido europarlamentario europeo en las elecciones del pasado domingo. El profesional del póker, con unas ganancias en torneos de 2,6 millones de euros a lo largo de su carrera, aseguró en su página de Facebook que es la primera vez que los liberales logran dos escaños en el Parlamento Europeo, de los once que tiene Lituania. Él iba como segundo de lista, aunque fue el candidato más votado de su partido.

La vida de Tony G, que se declara dispuesto a «cambiar Lituania» desde Bruselas, es bastante llamativa. De pequeño se proclamó campeón de LItuania en resolver el cubo de Rubik y a los once años se trasladó a Australia a vivir con su familia. A los 18 empezó a jugar y desde entonces es un profesional del juego, aunque también es fundador de PokerNews y vicepresidente de la Federación Lituana de Baloncesto, de la que es patrocinador. Su mayor premio en un torneo asciende a 450.000 dólares, conseguidos en 2005 en el European Poker Championship. En las Series Mundiales de Las Vegas ha entrado quince veces en premios, pero no tienen ningún brazalete de ganador.

Tony G, con sus faroles electorales

En el mundo del póker, muchos han visto la elección de Tony G como un paso hacia la normalización de este juego, que sufre distintas legislaciones en cada país europeo. En España, por ejemplo, no se puede competir por internet contra los jugadores de otros territorios, lo que junto al aumento de la presión fiscal ha provocado que emigren nuestros mejores profesionales. El propio Tony G ha declarado alguna vez que se toma la política como una competición más, como si fuera un torneo más. «Todos jugamos. Cada país juega y el más listo tendrá más éxito que los demás», asegura.

No todos están a favor de Tony G, sin embargo. Es uno de los jugadores más odiados de las mesas, donde destaca por su carácter agresivo e intimidatorio. Es muy capaz de presionar a un rival para que haga la jugada que le conviene y, una vez realizada, ridiculizarlo por esa misma acción. Por otro lado, y como otros deportistas que se transforman en el campo de juego, también son conocidas sus donaciones a causas humanitarias y filantrópicas.

Doyle Brunson organizó en cierta ocasión una encuesta en Twitter y Tony G quedó como «tercer hombre más odiado del mundo del póker», solo por detrás de Phil Hellmuth y de Russ Hamilton. Entre otras preguntas, Brunson preguntaba a sus seguidores: «¿A qué jugador de póker te gustaría matar?».

 

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